Con el cambio de estación, muchos animales atraviesan por un periodo de hibernación, entre ellos, los corales. Durante ese tiempo, estas criaturas marinas se preparan para la nueva temporada con un cambio en su microbioma, así lo señala un reciente estudio, publicado en la American Society for microbiology.
El trabajo apunta a un descubrimiento que podría ayudarnos a comprender mejor la estrategia coralina para responder al cambio climático. Mientras la temperatura de los océanos aumenta, proteger la microbioma de los corales es esencial para mantenerlos sanos.
Hibernación
Los animales que hibernan, como osos y abejorros, responden a un estímulo estresante, el frío. En ese periodo de latencia, aunque parezcan dormidos, los organismos se recuperan; para ello, los corales retraen sus tentáculos, dejan de comer e ignoran el contacto físico.
«La latencia, en su forma más básica, es una respuesta a un factor de estrés ambiental, en este caso, el estrés por frío», señala la ecologista comunitaria de la Universidad de California, Anya Brown.
«Entender más sobre este período de recuperación, nos ayudará a entender qué microbios pueden ser los responsables de recuperar el coral en los sistemas tropicales más cálidos».
El coral estrella del norte (Astrangia poculata) vive en el Océano Atlántico, su área de distribución se extiende desde el Golfo de México hasta Massachusetts. Entre octubre de 2020 y mayo de 2021, Brown y sus colegas recolectaron 10 colonias distintas del coral desde profundidades de 18 metros frente a la costa de Massachusetts. Estos se dividieron en tres categorías que representan especímenes tomados antes, durante y después de la hibernación.
Cambio de inquilinos
Las muestras fueron sometidas a un análisis de secuenciación de genes para determinar si había un cambio en la microbioma. Los resultados mostraron que durante los períodos de latencia, se liberan microbios asociados con patógenos, al igual que microbios que absorben nutrientes. Por el contrario, los microbios que pueden suministrar nitrógeno al coral, aumentan en número.
Esto sugiere que el coral optimiza efectivamente su comunidad microbiana al tiempo que conserva cierta diversidad, lo que coincide con la hipótesis del equipo: se produce un proceso de «reinicio y reestructuración», que protege a la comunidad microbiana y satisface las necesidades del coral mientras está «despierto» y «dormido».
«Este estudio muestra que los microbios responden al estrés y se recuperan en un patrón predecible», dice la ecologista microbiana marina Amy Apprill, de la Institución Oceanográfica Woods Hole en Massachusetts. «Es un conocimiento fundamental que nos ayudará a desarrollar probióticos u otros tratamientos microbianos para los corales tropicales estresados«.
Con más investigación lograremos establecer si el coral está expulsando y reclutando activamente ciertos microrganismos o si se van y llegan más por su propia voluntad.
«Este trabajo abre muchas preguntas«, indica Brown. «Pero la más importante es: ¿por qué el coral se despierta a principios de la primavera? Este estudio sugiere que los grupos microbianos clave pueden desempeñar un papel importante en el inicio o la salida de la latencia de este coral y la regulación de su microbioma».