Desafortunadamente, la COVID-19 no es la única epidemia en la actualidad. De acuerdo a una investigación publicada en The American Journal of Tropical Medicine and Hygiene, existe una “infodemia” infectando las personas y hasta causando muertes.
Una infodemia es un exceso de información que trae noticias falsas, rumores y teorías de conspiración. Este fenómeno es peligroso porque esparce malas ideas y consejos entre familiares y amigos. Dado el contexto que vivimos actualmente, el daño de una infodemia se intensifica.
El estudio
Ahora, un equipo internacional de investigadores de enfermedades infecciosas examinó las redes sociales y los sitios web de noticias. Los científicos monitorearon cómo circulaba la información falsa sobre el coronavirus en las plataformas en línea.
El estudio identificó en total más de 2.300 informes de rumores, estigmas y teorías de conspiración, comunicados en 25 idiomas de 87 países diferentes. Como era de esperarse, gran parte de esa información fue dañina (aun cuando fue bienintencionada). En muchos casos, incluso provocó muertes y lesiones evitables.
Los investigadores citan de ejemplo el rumor que afirmaba que consumir alcohol altamente concentrado podría desinfectar el cuerpo y matar el virus. “Tras esta desinformación, aproximadamente 800 personas murieron, mientras que 5.876 fueron hospitalizadas y 60 desarrollaron ceguera completa después de beber metanol”, escriben los autores.
Los incidentes más conocidos ocurrieron en Irán y Turquía, en el que murieron 30 personas. Por otro lado, 12 personas (entre ellas 5 niños) se enfermaron después de beber alcohol elaborado a partir de semillas tóxicas de datura. Las víctimas habían visto un video en redes sociales que afirmaba que la bebida aumentaría su inmunidad.
La infodemia es tan insidiosa que incluso las afirmaciones relativamente benignas pueden volverse peligrosas en las manos equivocadas. El estudio cita el ejemplo de una iglesia en Corea del Sur, donde se usó una botella de spray para rociar agua salada entre los asistentes al culto. Más de 100 resultaron infectadas porque no se desinfectó la boquilla a pesar de que estuvo en la boca de muchas personas.
Otros problemas
Sin embargo, la infodemia no solo esparce curas falsas, también desinforma sobre los orígenes del coronavirus y cómo se puede contraer. Las más conocidas son que las antenas 5G esparcen el coronavirus, que es un arma biológica diseñada, se hizo para vender vacunas, fue fabricado por Bill Gates/Donald Trump/China/la CIA.
Los investigadores apuntalan que toda esta información falsa circula libremente en sitios web y redes sociales de acceso público. Ese es justamente el problema: la infodemia del coronavirus está disponible para que todos la vean, y es un problema que debemos contrarrestar activamente, dicen los investigadores.
“La desinformación alimentada por rumores, estigma y teorías de la conspiración puede tener implicaciones potencialmente graves en el individuo y la comunidad si se prioriza sobre las pautas basadas en la evidencia”, señala el estudio.
Por eso es deber de las autoridades sanitarias rastrear la información falsa e involucrar a las comunidades locales para contrarrestarla. De esa forma evitaremos que más personas crean que pueden matar, curar o prevenir el coronavirus bebiendo lejía o sus derivados.