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La desaparición de un glaciar en la Antártida podría aumentar 65 centímetros del nivel del mar

Si el glaciar Thwaites de la Antártida Occidental desapareciera, el nivel del mar se elevaría 65 centímetros para antes del 2100. Este es «uno de los glaciares más grandes y más altos de la Antártida». Con 120 kilómetros de ancho, el glaciar es aproximadamente del tamaño de Florida, y si todo cayera al océano, estaríamos en serios problemas.

Desde aproximadamente el 2004, el tercio oriental de Thwaites se encontraba apoyado sobre una plataforma de hielo flotante, una extensión del glaciar que se adentra en el mar. En este momento, la parte inferior de esa plataforma de hielo está alojada contra una montaña submarina ubicada a unos 50 kilómetros de la costa. Ese punto de fijación ayuda esencialmente a mantener en su lugar toda la masa de hielo.

Un colapso inminente

Sin embargo, glaciólogos han recopilado datos que sugieren que ese soporte no durará mucho. La elevación de las temperaturas oceánicas están devorando el hielo y, a medida que la plataforma pierda masa, se retirará hacia el interior y finalmente desaparecerá por completo. Mientras tanto, fracturas y grietas, ensanchadas por estas aguas, se deslizan rápidamente a través del hielo, rompiéndolo y debilitándolo.

“El colapso de esta plataforma de hielo resultará en un aumento directo del nivel del mar bastante rápido”, aclara Erin Pettit, glacióloga de la Universidad de Oregón.

El colapso del Thwaites, el «glaciar del Juicio Final«, por sí solo alteraría los niveles del mar de manera significativa. Además, desestabilizaría otros glaciares de la Antártida Occidental, arrastrando más hielo al océano y  elevando aún más el nivel del mar.

Acantilados de hielo

En el 2018, investigadores de los Estados Unidos y el Reino Unido se embarcaron en un proyecto conjunto para estudiar el glaciar y tratar de anticipar su futuro inminente. Los especialistas colocaron instrumentos de medición encima, dentro, debajo y en alta mar. De ahí surgieron las primeras observaciones del océano y las condiciones de fusión justo en la zona donde el glaciar se conecta a la tierra.

Los científicos también han descubierto cómo el aumento y la caída de las mareas oceánicas pueden acelerar el derretimiento. Las mareas bombean aguas cálidas debajo del hielo y crean nuevos canales de derretimiento y grietas en la parte inferior del bloque.

En simulaciones del mayor retroceso de Thwaites, la glacióloga Anna Crawford de la Universidad de St. Andrews y sus colegas descubrieron que si la forma de la tierra debajo del glaciar desciende lo suficiente en algunos lugares, conduciría a una formación de acantilados de hielo. La inestabilidad de estos acantilados podría propiciar la caída potencial de bloques de hielo tan grandes que producirían un aumento devastador y rápido del nivel del mar.

«Estamos viendo un mundo en el que pasan cosas que en realidad no habíamos visto antes, ya que presionamos al clima con las emisiones de dióxido de carbono. Es desalentador«, señala el glaciólogo Ted Scambos.

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