Quizá hayas notado un comportamiento extraño en tu gato, un poco más afectivo y demandante. Tranquilo, no se está convirtiendo en un perro, está manifestando los efectos pasar la cuarentena contigo.
Muchos conocemos de primera mano que tener una mascota en casa ha producido un efecto particularmente positivo sobre la forma en que hemos soportado el confinamiento obligatorio a causa de la pandemia de Covid-19. Interactuar con nuestros perros, gatos u otras mascotas un poco menos convencionales, nos ha ayudado a lidiar con el estrés, la soledad y la incertidumbre. Para ellas ha tenido de igual forma un efecto particular.
De perros y gatos
Investigadores de la Universidad de York y de la Universidad de Lincoln, ambas en Reino Unido, realizaron una encuesta a 5323 personas que atravesaron la pandemia con animales de compañía, ya sean gatos, perros, caballos, reptiles, aves o peces. El objetivo era conocer el efecto en las mascotas generados por los cambios abruptos en las rutinas de los humanos, los cuales no solo hacen referencia al tiempo que pasaron en casa, sino también a los estados de ánimo y la salud mental durante el confinamiento.
Del total de encuestados, más del 65% manifestaron que notaron cambios en el comportamiento de sus mascotas durante el primer confinamiento en marzo del 2020. Los participantes señalan a los cambios como positivos en todas las mascotas, con excepción de los perros que mostraron cambios más negativos.
Según los testimonios, los perros se volvieron más demandantes de lo que usualmente son, aumentando su fama como los opuestos de los gatos. Una participante declaró que su perro no deja de aullar si sale de casa sin él, incluso cuando va al jardín y él aún puede verla a través de la ventana. Al parecer los perros han tenido que lidiar, al igual que muchas personas, con la falta de socialización, sobre todo aquellos perros que estaban muy acostumbrados a salir al parque y disfrutar el cariño de otras personas.
En líneas generales, las encuestas revelaron que el 30% de los participantes percibió a sus mascotas como mucho más relajadas y un 15% las encontró más enérgicas y juguetonas. Además, cerca de un tercio de propietarios revelaron que sus peludos hijos los seguían a todas partes, más de lo habitual.
Un reflejo de nuestra salud mental
Emily Shoesmith, investigadora de la Universidad de York, y su equipo analizaron adicionalmente la salud mental de los propietarios antes y durante los confinamientos para descubrir si estaba asociada con los cambios en el comportamiento de las mascotas. Sus hallazgos indicaron que las personas con una salud mental deficiente les prestan más atención a sus mascotas.
De acuerdo a la investigadora, existe evidencia que respalda su afirmación, la cual muestra que los dueños con los peores puntajes de salud mental antes del confinamiento no observaron tantos cambios en sus mascotas, contrario a aquellos que encontraron a su salud mental deteriorada durante este difícil periodo.
Estudios previos han demostrado el efecto del estado de ánimo de las personas en el comportamiento y niveles de estrés de sus perros. Ahora, el equipo sugiere que ese 35,9% de gatos que se muestran más afectivos es debido al comportamiento de sus dueños. Ello tiene su origen en que algunas personas buscan el apego, contacto físico y la compañía de sus pequeños felinos, alentándolos a sacar provecho de la situación emocional de sus dueños y recibir un extra de cariño.
La investigación, publicada en International Journal of Environmental Research and Public Health tiene muchas limitaciones. Aun así, refuerza la hipótesis de que nuestros hábitos y estados de humor tienen un fuerte impacto en nuestras mascotas y aparte nos demuestra que los gatos realmente aprecian el cariño que les brindamos.