Una noche de julio del 2018, el joven estadounidense Joe DiMeo sufrió un accidente de tránsito que le causó quemaduras en todo el cuerpo. Aunque sobrevivió, tuvo lidiar con las heridas y cicatrices del trágico hecho. Afortunadamente la ciencia pudo devolverle parcialmente lo perdido.
El último miércoles 3 de febrero, médicos del Langone Medical Center de la Universidad de Nueva York revelaron que el joven de 22 años había sido operado. Convirtiéndose en la primera persona en el mundo en recibir un trasplante de cara y doble mano exitoso.
La cirugía tuvo lugar en agosto de 2020, no obstante, los médicos esperaron para asegurarse de que el cuerpo de DiMeo no rechazara los trasplantes antes de compartir los resultados. Los beneficios psicológicos superan con creces el riesgo del procedimiento, afirman los médicos. La cirugía duró 23 horas y 80 personas trabajaron en seis equipos quirúrgicos.
Cirugía
DiMeo perdió los párpados, las orejas y la mayoría de los dedos en el accidente. Pasó meses en un coma inducido médicamente, seguido de 20 cirugías reconstructivas e injertos de piel para tratar sus quemaduras.
Había quedado claro que esas cirugías no serían suficientes para que su cuerpo volviera a la normalidad con visión completa o con el uso de sus manos. Sus médicos comenzaron a buscar un donante con el mismo sexo, tono de piel y mano dominante que su paciente. Sin embargo, estimaron que solo había un 6% de posibilidades de encontrar a alguien que coincidiera con el sistema inmunológico de DiMeo.
En todos los trasplantes existe el riesgo de que el organismo lo rechace, razón por la cual todos los pacientes reciben fármacos inmunosupresores. Encontrar un donante lo más cercano posible reduce el riesgo de rechazo. Incluso en un caso como este, en el que hasta ahora no se ha producido ninguna reacción inmunitaria adversa, no hay garantías.
A largo plazo, existen riesgos de problemas inmunológicos, el cuerpo puede rechazar el órgano trasplantado. Ese riesgo es menor ahora después de tantos meses, pero permanecerá por el resto de la vida del paciente.
Segunda oportunidad
En la conferencia de prensa, se pudo ver a DiMeo sacando una pequeña tarjeta de notas de su bolsillo y leyendo. Otros informes de los medios lo muestran jugando con su perro y levantando pesas en el gimnasio. Llegar a este punto no fue un viaje fácil.
“Sabía que serían pequeños pasos”, dijo DiMeo a The Associated Press. “Debes tener mucha motivación, mucha paciencia. Y debes mantenerte fuerte en todo”. El trasplante, dijo, le había dado “una segunda oportunidad en la vida”.
Beneficio psicológico
DiMeo es afortunado. El trasplante de cara y doble mano es un procedimiento muy complejo que consta de varias cirugías que solo se han intentado dos veces antes. “Tenemos que reemplazar 21 tendones, tres nervios principales, cinco vasos principales, dos huesos principales… a mano”, dijo el Dr. Eduardo Rodríguez en la conferencia.
Después de quitarle la cara a DiMeo, le colocaron pequeñas placas en la barbilla para ayudar a fijar su nueva cara. Los nervios y la vasculatura se empalmaron para asegurar el flujo sanguíneo y traer sensación al tejido.
Por otro lado, a pesar de los riesgos asociados con la operación, el procedimiento tiene beneficios psicológicos. Al tener una cara, DiMeo es reconocido como un ser humano, como una persona y eso tiene un impacto inmenso en su identidad.