En la superficie de Marte, entre las dunas ocre y cicatrices de impactos, aparecen extrañas formas oscuras que se asemejan a arañas. Sin embargo, estas no son criaturas vivientes, sino formaciones geológicas conocidas como «araneiformes», sistemas de canales oscuros que emergen en la región polar sur de Marte durante la primavera marciana.
El proceso de formación de estas estructuras ha sido un enigma para los científicos durante años. Ahora, un equipo de investigadores ha logrado recrearlas en un laboratorio terrestre, arrojando nueva luz sobre los fenómenos que esculpen el paisaje alienígena del planeta vecino. La investigación fue publicada en el Planetary Science Journal.
Lauren McKeown, científica planetaria del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, comentó: «Las arañas son características geológicas extrañas y hermosas por derecho propio. Estos experimentos ayudarán a perfeccionar nuestros modelos sobre cómo se forman».
Las arañas de Marte
Las diferencias entre los fenómenos naturales de la Tierra y Marte son notables. En Marte, las temperaturas bajan tanto que el dióxido de carbono se congela en forma de hielo, algo que no sucede de manera natural en nuestro planeta. Este proceso, en el que el dióxido de carbono sublima directamente de sólido a gas, podría ser responsable de las misteriosas arañas marcianas.
El modelo que explica la formación de los araneiformes es conocido como el «Modelo de Kieffer», nombrado en honor al geofísico Hugh Kieffer, quien describió el proceso en 2006 y 2007.
Durante el invierno marciano, el dióxido de carbono se congela en el suelo. Luego, en primavera, cuando las temperaturas aumentan, el hielo de dióxido de carbono sublima, liberando gas atrapado bajo las placas de hielo.
Este gas, sin una vía de escape, genera presión hasta que el hielo se rompe en pequeñas explosiones, liberando el gas junto con polvo oscuro que forma las características cicatrices en forma de araña.
La investigación
Para recrear este proceso en el laboratorio, McKeown y su equipo utilizaron un dispositivo conocido como DUSTIE, diseñado para replicar las condiciones de temperatura y presión de Marte. Usaron un simulador del regolito marciano y lo enfriaron con nitrógeno líquido en una cámara a las condiciones del invierno marciano.
Luego, liberaron dióxido de carbono en la cámara, el cual se congeló sobre el simulador. Tras múltiples intentos y ajustes en las condiciones, finalmente lograron que el hielo explotara, generando las mismas formas araneiformes observadas en Marte.
Sin embargo, hubo una sorpresa. El hielo se formó dentro de la capa de tierra en lugar de entre el suelo y el hielo, como se predijo originalmente. Este descubrimiento sugiere que las grietas resultan de la explosión del gas desde dentro, no por un proceso superficial.
El equipo concluyó que el modelo de Kieffer representa correctamente el proceso que da lugar a las «arañas» y otras características estacionales en Marte. En el futuro, esperan ajustar sus experimentos para comprender mejor estos fenómenos y su formación.