Desde principios de año, el mundo ha sido testigo de una gran variedad de eventos climáticos extremos, desde olas de calor hasta incendios forestales gigantescos. Muchos de estos eventos han sido relacionados directamente con el cambio climático causado por el hombre.
Con el Covid-19 en las portadas de todos los diarios, es posible que algunos de estos eventos hayan sido pasados por alto. Por eso, en Robotitus hacemos un repaso de estos eventos climáticos extremos.
Incendios masivos en Australia
Entre julio de 2019 y marzo de 2020, Australia fue víctima de incendios forestales que quemaron aproximadamente 11 millones de hectáreas. El cambio climático hizo que esos devastadores incendios fueran al menos un 30 por ciento más probables de ocurrir. La razón de estos incendios fue una ola de calor bastante prolongada que se agravó a causa del cambio climático.
Uno de estos incendios fue tan intenso que formó imponentes nubes de pirocumulonimbos, las cuales llevaron miles de toneladas métricas de humo a la estratósfera. Aún no está claro cuál fue su efecto en la capa de ozono del planeta. Una columna de humo tan grande tiene el potencial de desencadenar reacciones químicas que destruyen el ozono.
También en Estados Unidos
Los incendios forestales también estuvieron presentes a mediados de noviembre en California, quemando alrededor de 1,7 millones de hectáreas. Esto es más del doble de la superficie quemada en 2018. Por otro lado, Colorado también luchó contra los tres incendios forestales más grandes en la historia del estado.
El calentamiento global está aumentando la frecuencia de condiciones climáticas extremas. El calor y la sequedad promedio de California tanto en verano como en otoño se han vuelto más severos, aumentando dramáticamente la probabilidad de incendios forestales. En ese sentido, es posible que en el futuro esta situación empeore.
Siberia
De enero a julio, Siberia estuvo en las garras de una poderosa ola de calor que provocó temperaturas récord, incendios forestales sin precedentes en el Ártico y el deshielo del permafrost. Llegar a 38 grados Celsius en esta zona del mundo habría sido imposible sin el cambio climático.
Por otro lado, el dióxido de carbono vertido en la atmósfera también rompió récord en la región. Esto podría generar un mayor calentamiento y acelerar el deshielo del permafrost, lo que enviaría metano, un potente gas de efecto invernadero, a la atmósfera.
Huracanes más grandes
En abril, los científicos habían predicho que la temporada de huracanes en el Atlántico, que dura del 1 de junio al 30 de noviembre, estaría ocupada con alrededor de 18 tormentas. 2020 superó las expectativas a mediados de noviembre con 30 tormentas, estableciendo un nuevo récord.
Las aguas oceánicas muy cálidas, como las del océano Atlántico este año, fomentan la formación de ciclones tropicales. Y no solo eso, también pueden acelerar la rapidez con la que se fortalece una tormenta, lo que lleva a tormentas peligrosas y difíciles de predecir.