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¿Imaginas una pantalla que se autorrepare luego de una caída?

(Pixabay)

Quizá todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos visto una pantalla de teléfono rota. Esto puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza al pensar en el tiempo y dinero que conlleva una reparación. Afortunadamente, un equipo de investigadores parece haberle puesto final a esta pesadilla: han fabricado un material electrónico que puede reparar sus propias grietas y otros daños físicos.

El estudio, realizado por científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Corea (KIST), fue publicado en Composites Part B: Engineering.

Poliimida incolora

Actualmente, existe un material llamado poliimida incolora (CPI). Es tan transparente como el vidrio, pero presenta una capa protectora que la hace resistente a los arañazos incluso luego de haber sido doblada.

Los investigadores dicen que este material ya se utiliza en una amplia variedad de productos comerciales, incluidos las pantallas plegables y flexibles. Sin embargo, hasta ahora, los esfuerzos por hacer que la CPI sea un material autorreparable no han tenido éxito.

Aceite de linaza

En ese sentido, científicos del KIST tuvieron la idea de emplear un ingrediente secreto: el aceite de linaza. Adaptaron las semillas de la planta de lino (linaza) para agregarlas a la CPI.

Este ingrediente de aceite agregado puede filtrarse en las grietas hechas cuando se fractura el CPI. Si se logra hacer que este material funcione adecuadamente en escalas más grandes, tendríamos las primeras pantallas que se reparan solas.

«Pudimos desarrollar una poliimida incolora y autocurativa que puede resolver radicalmente las propiedades físicas y la vida útil de los materiales poliméricos dañados», afirman los investigadores..

¿Cómo funciona?

Para lograr esto, el equipo colocó el aceite de linaza en pequeñas microcápsulas que se mezclaron en un material de silicona. Luego, este material se usó como recubrimiento sobre la CPI.

De esta manera, las roturas en la CPI también dieron lugar a roturas en las microcápsulas, liberando el aceite almacenado para reparar el daño. Cuando la sustancia oleosa llegó al aire, se endureció y el material quedó casi como nuevo.

Lo mejor de todo, como señalan, es que esto funciona a temperatura y presión ambiente. Aunque temperaturas más altas, mayor humedad y luz ultravioleta adicional pueden acelerar el proceso. En general, el equipo coreano dice que el revestimiento lleno de aceite puede reparar el 95 por ciento del daño en solo 20 minutos.

«Es significativo que pudiéramos desarrollar una poliimida incolora autorreparable que puede resolver radicalmente las propiedades físicas y la vida útil de los materiales poliméricos dañados”, explican los investigadores en el comunicado de prensa.

Es importante mencionar que, aunque el estudio es bastante alentador, todavía falta mucho trabajo para sacar esta tecnología del laboratorio. Todavía se necesitan más pruebas para resolver preguntas en cuanto a su durabilidad y precio.

 

 

 

 

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