Hay algunas cosas que deberías saber para entender mejor a los quokkas. La palabra quokka probablemente proviene del aborígen australiano gwagga, así era como los nativos de Australia conocían a estos animales.
Los quokkas son marsupiales nocturnos. Son algunos de los miembros más pequeños de la familia de los macropódidos (o «pie grande»), que también incluye a los canguros y ualabíes. Cuando los holandeses la vieron por primera vez la describieron como «una especie de rata tan grande como un gato». Los quokkas viven en algunas de las islas más pequeñas que se encuentran frente a la costa del oeste de Australia y en poblaciones dispersas y aisladas en bosques y zonas costeras entre Perth y Albany.
Algunas personas piensan que estos animales son completamente inofensivos, pero esto no es cierto. Su particular sonrisa ha hecho que sea conocido por varios como el «animal más feliz del mundo”. Pero no todo puede ser felicidad en esta vida. Si te quieres acercar a un quokka debes tener cuidado pues sus inmensos pies están provistos de garras muy afiladas las cuales utilizará si les das la oportunidad. Sí no te dejes llevar por el aspecto inofensivo de estos animales de orejitas de oso de peluche y ojos de ciervo tierno. Cada año, la enfermería de la isla de Rottnest atiende a docenas de pacientes, en su mayoría niños, por mordeduras de quokka.
Tampoco te asustes, no es que te vayan a buscar a tu casa para matarte. Como animal salvaje que es intentará defenderse si se siente amenazado. Estos animales son curiosos, intrépidos y se han adaptado a la presencia humana en su entorno de manera increíble. Los campamentos y condominios son puntos de reunión para los quokkas hambrientos, que se han hecho famosos por escabullirse en busca de bocadillos nocturnos. Incluso se han llegado a convertir en algo molesto para los dueños de negocios. Sin embargo, no solo buscan la comida de los humanos, también los buscan para su entretenimiento. O sea no los evaden ni huyen de ellos.
Entre ellos, los quokkas son principalmente un grupo pacífico. Los machos no pelean por las hembras, la comida ni siquiera por el agua.
Hay animales que no se pueden tener de mascotas, este es uno de ellos. Además, las poblaciones silvestres de quokka están disminuyendo a medida que los depredadores invasores como los zorros y los gatos se mudan a su territorio.
Tampoco puedes contrabandearlos, ni siquiera acurrucarlos: las autoridades de la isla de Rottnest darán una multa de $ 300 a cualquiera que sea sorprendido tocando un quokka. Y es que también está prohibido darles de comer. Pero también es porque puedes ser rasguñado.
Como pueden ver, el quokka es feroz, valiente, y se ve adorable, pero ¿es feliz?
Pues no hay manera de saber eso, esa sonrisita pegada es solo un chiste de la evolución para que te rías un rato.
Para una narración graciosa de este artículo puedes ver el siguiente video del Robot de Colón.
http://youtu.be/VzXHnQj7g80