En el año 2018, tras un exhaustivo trabajo de campo en la Reserva de Caza Swaga Swaga en el centro de Tanzania, se descubrieron 52 refugios rocosos pintados deliberadamente con arte rupestre. Del total de pinturas, 97 fueron realizadas con un tinte rojizo y 5 con color blanco.
Las pinturas se encuentran en el sitio arqueológico Amak’hee 4 y debido a la degradación del tinte y al no lucir como ganado domesticado, se cree que pertenecen al período de cazadores-recolectores, por lo que tienen varios cientos de años.
La mayoría de las imágenes parecen representar animales similares a ñus, antílopes, búfalos e incluso una jirafa. De todas, resaltan tres misteriosas figuras antropomórficas con cabezas extremadamente grandes.
Maciej Grzelczyk, arqueólogo de la Universidad Jagiellonian en Polonia, dice sobre las figuras extrañas:
«En este trío, las figuras parecen presentar cabezas de búfalo estilizadas. Estas formas recuerdan la depresión central en el perfil de la cabeza de búfalo desde donde se elevan los dos cuernos y luego se curvan hacia afuera alejándose de la cabeza, así como las orejas hacia abajo».
Buscando similitudes
El pueblo que desciende de los antiguos habitantes de Amak’hee 4 se llama Sandawe. Sus actuales habitantes no incluyen en su arte motivos de personas con cabeza de búfalo o personas que pueden cambiar de forma a búfalos (o viceversa). En ese sentido, los investigadores se preguntan si esas pinturas podrían representar otra cosa.
Para Grzelczyk, los cuernos de búfalo juegan un papel importante en algunos rituales Sandawe. Sin embargo, en la región de Kondoa, muy cerca de Amak’hee 4, existen dos sitios arqueológicos con pinturas igual de extrañas. En Kolo B2 se encontraron tres figuras de pie juntas, al igual que en Kolo B1, solo que estas estaban representadas de manera horizontal.
Los tres sitios (Amak’hee 4, Kolo B2 y Kolo B1) muestran a las figuras conectadas por una línea que cruza su sección media. Las tres imágenes tienen cabezas grandes, aunque las de Kolo lucen un motivo rayado, similar a un tocado, y tienen arreglos y direcciones que podrían interpretarse como manos y brazos.
Rituales modernos en el pasado
El arte de Amak’hee 4 tiene algunas diferencias importantes. Las cabezas están rellenas de un color sólido y parecen tener más protagonismo en la acción que las rodea.
Por otro lado, las imágenes de Kolo aparte de ser más pequeñas son representaciones aisladas, sin clara conexión con el resto de las pinturas, señala Grzelczyk en su artículo publicado en Antiquity.
Algunos de los sitios de arte rupestre en Kondoa aún están en uso por los Sandawe para una variedad de actividades rituales. Además, como son conocidos por las comunidades locales, es posible que arrojen algo de luz sobre el significado de las figuras misteriosas.
Para los habitantes modernos y los arqueólogos debe ser indescriptible la sensación de estar frente a los vestigios de quienes vivieron antes ahí. ¿Qué historia nos habrán querido contar? ¿De verdad se trataba de búfalos? ¿Qué representaban los búfalos para ellos?