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Geólogos logran perforar la corteza terrestre y extraen una muestra récord de roca del manto

Una pequeña parte de la muestra del núcleo recuperada. / Johan Lissenberg

Un equipo de científicos liderado por el petrologista Johan Lissenberg de la Universidad de Cardiff, ha logrado perforar la corteza terrestre bajo el océano Atlántico. Así, obtuvieron una muestra cilíndrica de roca de 1,268 metros de longitud, la más larga obtenida hasta ahora. La investigación ha sido publicada en Science.

Esta muestra, compuesta principalmente de peridotita serpentinizada, proporciona una nueva ventana al estudio del manto terrestre, la capa que separa la corteza del núcleo de la Tierra.

 

Dentro de la Tierra 

La perforación se realizó en el Macizo Atlantis, una gigantesca formación montañosa en la dorsal mesoatlántica, una zona de alta actividad tectónica. Este macizo, formado por roca mantélica que ha sido empujada hacia la corteza, fue el objetivo perfecto para los geólogos que buscaban obtener una muestra representativa del manto terrestre. 

A pesar de las dificultades inherentes a perforar en un entorno tan hostil, el equipo logró un éxito sin precedentes al alcanzar una profundidad que superó ampliamente las expectativas iniciales.

El proceso de perforación comenzó con el objetivo de alcanzar solo 200 metros, pero la calidad del material recuperado sorprendió a los científicos, quienes decidieron continuar perforando hasta una profundidad récord. 

De la muestra extraída, lograron recuperar un 71% del núcleo, un porcentaje excepcionalmente alto en comparación con esfuerzos previos, donde las tasas de recuperación han sido mucho menores.

La roca extraída estaba compuesta principalmente de peridotita, una roca ígnea que, al entrar en contacto con el agua de mar, sufre un proceso llamado serpentinización. Este proceso transforma los minerales originales en serpentina, lo que, a su vez, genera hidrocarburos que pueden ser utilizados por organismos marinos. 

Sin embargo, esta transformación también complica la interpretación geológica de la roca, ya que altera su composición original. 

 

Fragmentos de la muestra. / Johan Lissenberg

 

Los resultados 

A pesar de la serpentinización, la muestra reveló información clave sobre la composición del manto bajo el Macizo Atlantis. Los investigadores encontraron un contenido de piroxeno sorprendentemente bajo, lo que sugiere que este mineral pudo haberse disuelto debido al calentamiento de la roca. 

Además, descubrieron que el movimiento del magma en esta región se produce en ángulos oblicuos, un hallazgo que desafía los modelos actuales de migración del magma.

La presencia de intrusiones de gabro, un mineral ígneo, en la muestra también fue notable. Las áreas de peridotita cercanas a estas intrusiones mostraron grandes alteraciones debido a la exposición a ambientes hidrotermales. Esto indica que el gabro podría jugar un papel crucial en la química de los fluidos en sistemas hidrotermales.

Este descubrimiento abre nuevas oportunidades para estudios futuros sobre la geología, química y biología del manto terrestre. Además, subraya la importancia de la perforación profunda en la comprensión de los procesos internos de nuestro planeta.

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