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Estudio revela que las gallinas «se sonrojan» al experimentar emociones fuertes

Gallina Lavender Orpington. / Wikimedia Commons

Investigadores de la Universidad de Tours han descubierto que las gallinas, al igual que los humanos, muestran enrojecimiento en la piel de su rostro cuando experimentan respuestas emocionales intensas. El estudio, publicado en Applied Animal Behaviour Science, sugiere que el enrojecimiento facial en estas aves podría indicar estados de excitación o temor.

El equipo liderado por la etóloga Delphine Soulet analizó a seis gallinas de la raza Sussex en diversos escenarios, tanto naturales como controlados, que incluyeron situaciones placenteras y de miedo. Por ejemplo, un baño de polvo y alimentación con gusanos de harina, o  ser capturadas y restringidas.

 

Analizando emociones 

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores utilizaron miles de imágenes fijas extraídas de videos de las gallinas, analizadas con un algoritmo especialmente diseñado para evaluar el nivel de enrojecimiento en diversas partes del rostro de las aves, como el copete, las mejillas, los lóbulos de las orejas y la barbilla.

«Aunque nuestros hallazgos son preliminares debido al pequeño tamaño de la muestra», explican Soulet y su equipo, «insinúan que menos rojez en las mejillas y lóbulos de las orejas puede indicar estados de calma y contentamiento». 

En contraste, un mayor enrojecimiento facial parece indicar una mayor excitación emocional, incluyendo el entusiasmo al encontrar comida favorita como los gusanos de harina, o el miedo.

Adicionalmente, el estudio involucró a 13 gallinas Sussex que fueron expuestas gradualmente a la presencia de un experimentador durante un período de 5 semanas, mientras que otras 12 fueron dejadas solas. Los resultados mostraron que las gallinas habituadas exhibían significativamente menos miedo y enrojecimiento facial en presencia de humanos comparadas con las gallinas no habituadas.

«Proponemos que los cambios en el enrojecimiento facial reflejan variaciones en los estados afectivos y pueden usarse como un marcador para evaluar la calidad de la relación entre humanos y gallinas», señalan los investigadores.

 

Compañeras 

Este descubrimiento nos brindaría un importante indicador del bienestar de las gallinas. Además, podría ser útil para interpretar interacciones sociales y jerarquías entre los individuos de esta especie, algo que los investigadores están ansiosos por explorar más a fondo.

A pesar de ser tan cognitiva, emocional y socialmente complejas como muchas otras aves y mamíferos, las gallinas a menudo son percibidas erróneamente como poco inteligentes. Desde hace potencialmente 10,000 años hemos moldeado su evolución, iniciando con el pollo selvático hasta el ave doméstica actual. 

Las gallinas nos han alimentado por generaciones, han ayudado a crecer vegetales con su fertilizante, protegido cultivos al comer insectos y hasta brindado compañía y apoyo emocional. Determinar su forma de expresión emocional es un paso vital para comprender mejor su nivel de sintiencia, concluyen Soulet y su equipo.  

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