Durante el confinamiento, las videollamadas se convirtieron en una herramienta clave para mantenernos cerca de nuestros seres queridos. Pero resulta que estas llamadas también son aprovechadas por unas lindas avecillas parlanchinas para contactar a sus amigos plumíferos.
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad del Noreste, el Laboratorio de Medios del MIT y la Universidad de Glasgow revela que 18 loros iniciaron voluntariamente llamadas a otros loros utilizando teléfonos inteligentes y tabletas. Este trabajo tiene como objetivo encontrar herramientas que satisfagan las necesidades sociales, cognitivas y emocionales de estas aves.
«Hay 20 millones de loros que viven en los hogares de las personas en los EE. UU., y queríamos explorar si esas aves también podrían beneficiarse de las videollamadas. Si les diéramos la oportunidad de llamar a otros loros, ¿Elegirían hacerlo y lo harían? ¿La experiencia beneficia a los loros y sus cuidadores?», comenta la científica informática Ilyena Hirskyj-Douglas.
Amigos por internet
Durante un período de entrenamiento de dos semanas, se enseñó a los loros a tocar una campana para solicitar una tableta y hacer una videollamada. La campana les permitió a las aves iniciar las llamadas de forma voluntaria, que podían durar hasta cinco minutos o finalizar antes si mostraban signos de estrés, desconexión o simplemente se alejaban del espacio.
Las aves generalmente usaron tanto tiempo de llamada como se les permitió, y mostraron un mayor movimiento, acicalamiento, canto y juego mientras ocurrían las llamadas. Establecieron amistades y mostraron fuertes preferencias al elegir a quién llamar. Los loros más populares fueron los que realizaron la mayor cantidad de llamadas, lo que sugiere un nivel de reciprocidad social.
Estos loros son considerados algunos de los animales más inteligentes, lo que los convierte en sujetos ideales para el presente estudio. Además de tener una buena visión para interpretar los movimientos en la pantalla, son muy vocales.
Historias conmovedoras
Los dueños de los loros reportaron una mayor conexión con sus mascotas, e incluso algunos loros establecieron vínculos con los humanos al otro lado de la videollamada. Las aves disfrutaron de la atención adicional tanto de las personas como de los loros.
La científica informática Jennifer Cunha, de la Universidad Northeastern en Massachusetts, señala: «Vimos resultados realmente alentadores en el estudio. Los loros parecían darse cuenta de que estaban interactuando con otras aves en la pantalla y su comportamiento reflejaba lo que esperaríamos de las interacciones en la vida real entre estas aves».
«Observamos aves aprendiendo a buscar alimento por primera vez, y un cuidador informó que su ave voló por primera vez después de una llamada. Todos los participantes del estudio valoraron la experiencia y expresaron su deseo de continuar utilizando el sistema con sus loros en el futuro».
Los investigadores desaconsejan intentar esto en casa por el momento, sin la capacitación y el seguimiento adecuados. No obstante, hay muchas expectativas al respecto, sobre todo por las historias llamativas del estudio. Por ejemplo, dos guacamayos ancianos y bastante enfermizos formaron un vínculo profundo durante sus videollamadas. Antes del estudio, las aves apenas interactuaban con otras de su especie. Pero en las llamadas, bailaban y cantaban juntos, e incluso decían «¡Hola! ¡Ven aquí! ¡Hola!» cuando su compañero salía del cuadro de video.
Hirskyj-Douglas concluye diciendo: «Esto realmente demuestra cuán cognitivamente complejas son estas aves y cuánta capacidad tienen para expresarse. Para mí, fue realmente hermoso ver a esos dos pájaros interactuar».