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Estudio confirma que los perros tienen una asombrosa conciencia de sus cuerpos

Si bien los perros no pueden reconocer su propio reflejo en un espejo, sí distinguen su particular olor. En otras palabras, se reconocen en base a un «espejo olfativo». Además, tendrían cierta conciencia corporal, que es la capacidad de pensar en nuestro cuerpo como un objeto explícito en relación con otros objetos que nos rodean.

A los humanos nos toma entre 12 y 18 meses desarrollar esa autoconciencia. Históricamente, la prueba consiste en hacer que un niño pequeño entregue una manta en la que está sentado. Si el niño se da cuenta de que tiene que levantarse y quitar su cuerpo por ser un obstáculo, se lo declara ‘consciente de su cuerpo’.

¿Qué pasaría si aplicáramos esa prueba a perros?

En el 2021, un grupo de investigadores lo intentó y, aunque previamente ya se había encontrado que los perros tienen una idea del tamaño de su cuerpo, este trabajo es la primera investigación que muestra el reconocimiento de su cuerpo como un obstáculo en general.

Eliminar el obstáculo

La experimentación consistió en lograr que 32 perros de distintas razas tomen un juguete y lo lleven a su dueño. Parece sencillo y seguramente tu mascota lo hace todo el tiempo; pero, estos juguetes estaban conectados a una alfombra en la que estaban sentados los perros.

Por lo tanto, para cumplir con el reto, el perro debía eliminar el obstáculo: él mismo.

Luego, los resultados se compararon con lo que sucede cuando el juguete no está sujeto a nada o cuando solo está conectado al suelo.

«Así, cuando los perros intentaron levantar el objetivo, les fue nuevamente imposible, pero esta vez no sintieron una fuerza de elevación paralela debajo de sus pies», escriben los autores.

Sin ese tirón debajo de ellos, los perros no se bajaron de la alfombra tan rápido. En cambio, si sentían un tirón en el tapete debajo de ellos, bajaban mucho más rápido para recoger el juguete después.

El obstáculo soy yo

A pesar de ello, los autores explican que no era solo esta sensación la que estaba alertando a los perros.

Los canes tampoco se levantaban cuando intentaban tomar el juguete conectado al suelo mientras un investigador tiraba de sus patas con una cuerda. Esto sugirió que los perros saben diferenciar entre un tirón que hacen por su propio esfuerzo y otro tirón que no está relacionado con el desafío.

«Argumentamos que la respuesta de los perros en la prueba principal se puede explicar en función de su conciencia corporal y la comprensión de las consecuencias de sus propias acciones», escribieron los autores. Esto ya que, los perros del estudio sabían cómo mover instintivamente sus cuerpos para superar los obstáculos.

Aunque los perros no pasen la prueba del espejo, que se basa en la experiencia visual, «tenemos evidencia de que pueden pasar la prueba del cuerpo como un obstáculo«.

«Nuestros resultados respaldan la autorrepresentación como una serie de habilidades cognitivas más o menos conectadas, y la presencia o falta de un bloque de construcción en particular puede variar según la especie».

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