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Este sistema artificial restaura la función celular en cerdos horas después de su muerte

Recuperación postmortem de unos riñones de cerdo mediante ECMO (izquierda) y mediante OrganEx (derecha).

 

Cuando el corazón ya no funciona, los órganos dejan de recibir oxígeno y las células van muriendo. De ahí que el tiempo que se tiene para el trasplante de órganos sea muy limitado. Aunque es todo un desafío, es posible preservar la actividad biológica de las células con algunos métodos, como el ECMO, un sistema de oxigenación por membrana extracorpórea. Este sistema extrae la sangre venosa de un paciente y la pasa a una máquina que intercambia el CO2 por O2. No obstante, conforma pasa el tiempo, el daño celular se va acumulando.

Por ello, los científicos continúan buscando mejores alternativas. Es así como aparece OrganEx, un sistema cuyo uso está destinado al cuerpo de mamíferos grandes.

OrganEx ha restaurado algunas funciones orgánicas, celulares y moleculares en cerdos muertos, preservando sus tejidos, incluso cuando el tratamiento se inició una hora después del paro cardíaco. El sistema es parte de BrainEx, el cual ha demostrado restaurar algunas funciones en cerebros de cerdos aislados horas después de su muerte.

 

¿Cómo funciona OrganEx?

OrganEx necesita de dos componentes, una máquina y un fluido. La máquina incluye sensores que monitorean el metabolismo, la hemoglobina, la presión y el flujo sanguíneo, ya que está conectada al sistema circulatorio.

Esta crea un pulso similar a un latido del corazón y oxigena el líquido, similar a un ECMO. Pero a diferencia de este, la máquina de OrganEx agrega medicamentos para ayudar a la circulación y prevenir la coagulación.

El fluido es sintético, sin células, y es bombeado por la máquina, que lo mezcla con la propia sangre del animal en una proporción de 1:1.

OrganEx ha sido probado en 100 cerdos, una hora después de haber sufrido un paro cardíaco. Los investigadores encontraron que el sistema puede preservar la integridad del tejido, reducir la muerte celular y revivir ciertos procesos moleculares y celulares en órganos vitales como el corazón, el cerebro, el hígado y los riñones.

 

Resultados sorprendentes

OrganEx ha superado a ECMO en todos los ámbitos. Los órganos tratados con el nuevo sistema se vieron menos afectados por la hemorragia o la inflamación de los tejidos. Además, los autores observaron patrones de expresión génica específicos de los procesos de reparación dentro de ciertos órganos y tipos de células.

Una prueba importante del éxito del experimento fue la recuperación de la función de los órganos. La función cerebral se midió mediante EEG continuo. Los científicos insistieron en distinguir entre las funciones cerebrales que detectaron y la actividad eléctrica que indicaría algún nivel de «vida».

Aunque la muerte cerebral persistió en el grupo OrganEx, los cuerpos mostraron cierto movimiento de cabeza y cuello después de la inyección de contraste en la arteria carótida del cuello. Este movimiento no ocurrió en animales vivos sedados, ni en el grupo ECMO.

Los investigadores no están seguros de por qué ocurrió esto, pero presumen que la función motora se ha conservado, al menos en la «médula cervical espinal o sus raíces».

El estudio sobre este gran avance fue publicado en Nature el pasado miércoles 3 de agosto.

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