Las superbacterias son un problema serio que no hará más que empeorar conforme pase el tiempo. Debido a eso, los médicos están constantemente batallando para identificar con rapidez estas bacterias resistentes a los antibióticos en los pacientes. El tiempo en estos casos puede significar la diferencia entre la vida o la muerte.
En la actualidad, el tiempo más rápido para el diagnóstico de superbacterias es de unas 24 horas. Ahora, una nueva investigación ha identificado una forma de completar el proceso de análisis y muestreo de sangre en el espacio de solo una hora. Los detalles han sido publicados en Lab on a Chip.
“Ese fue siempre nuestro objetivo, hacerlo en una hora”, explica el ingeniero eléctrico e informático Aaron Hawkins de la Universidad Brigham Young. “Es muy emocionante que hayamos podido combinar todos nuestros esfuerzos y alcanzar ese punto de referencia”, añade.
La prueba
El trabajo reunió a especialistas de diversas áreas: biología molecular, química, óptica integrada y procesamiento químico. Ellos se unieron para idear el nuevo proceso, que pueda detectar tres superbacterias diferentes de una sola vez.
Mediante un proceso de centrifugación de la sangre, las bacterias de las muestras se aíslan para poder analizar su ADN. Los investigadores utilizaron moléculas fluorescentes diseñadas para unirse específicamente a segmentos de ADN bacteriano que contienen genes conocidos resistentes a los antibióticos. Si estos genes están presentes en la muestra, pueden ser detectados por un microchip.
Sin embargo, la innovación no se limita solo a la detección. Tanto la forma en que se separa la sangre, como el método de detección óptica en el chip son novedosas. Por ejemplo, este último permite detectar varios tipos diferentes de bacterias resistentes a los antibióticos, un método conocido como multiplexación.
Después de cinco años de investigación, el equipo ahora está trabajando con una startup para distribuir los chips, que miden 1 centímetro cuadrado.
Tiempo valioso
El nuevo análisis de sangre con microchip es una solución novedosa a un problema antiguo. Y aunque no ataca directamente a las superbacterias, sí ayuda a detectarlas con lo cual se puede tratar mucho antes.
Además de mejorar significativamente las perspectivas de los pacientes y limitar la propagación de estos errores, un diagnóstico más rápido también significa menos tiempo perdido con antibióticos que no van a ser efectivos.
“Una vez que intentas diagnosticar la enfermedad, el tiempo corre”, dice Hawkins. “Cada hora que la enfermedad no se trata, la capacidad de supervivencia disminuye en aproximadamente un 7%. [Uno] desea saber contra qué está luchando de inmediato para poder aplicar los tratamientos correctos”, añade.
Las superbacterias han ido evolucionando cada vez más para resistir nuestros mejores fármacos, y son una preocupación creciente para los científicos. Por eso, existe una carrera: ¿pueden adaptarse a nuestros tratamientos más rápido de lo que nosotros podemos adaptar los tratamientos? El conocimiento parece estar de nuestro lado.