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Esta bacteria se está volviendo tan resistente a los antibióticos que no podríamos detenerla

La fiebre tifoidea es una infección bacteriana muy poco común en los países desarrollados; pero el riesgo de contraerla aumenta cuando el acceso a agua potable y saneamiento son limitados. Cada año esta peligrosa bacteria infecta entre 11 y 20 millones de personas en todo el mundo, causando graves síntomas.

Para prevenir la infección se necesitaban antibióticos de primera línea, como trimetoprima-sulfametoxazol. Lamentablemente, con el tiempo, la bacteria Salmonella enterica, ha ido ganando resistencia. El serovar o serotipo Typhi, es una cepa que ha adquirido particular resistencia extendida a los antibióticos, suponiendo un riesgo para la salud pública, ya que limita los tratamientos disponibles.

En el 2018 se identificaron dos casos de fiebre tifoidea en Estados Unidos con resistencia extendida, en dos viajeros que volvían de Pakistán; país que se encontraba sufriendo un brote de S. Typhi. En el 2016 se reportaron 8 casos  de resistencia extendida en Ecuador, 13 en Guatemala, 10 en Perú, 298 en El Salvador, y 204 en Colombia.

XDR

Luego de analizar los genomas de 3489 cepas de S. Typhi aisladas entre 2014 y 2019 en Nepal, Bangladesh, Pakistán e India, científicos descubrieron una Typhi extremadamente resistente a los antibióticos de primera línea, la XDR Typhi.

No solo eso, se está volviendo resistente a las nuevas generaciones de antibióticos, fluoroquinolonas y las cefalosporinas de tercera generación. Cuando los fármacos de primera línea, o generación, ya no sirven de ayuda, se sustituyen por otros más severos, agresivos y más caros. Estos nuevos antimicrobianos, que son pocos, tienen indicaciones clínicas muy específicas.

Las nuevas cepas resistentes se están propagando globalmente a un ritmo mucho más rápido que el desarrollo de nuevos fármacos. Si bien la mayoría de los casos de XDR Typhi provienen del sur de Asia, los investigadores han identificado casi 200 casos de propagación internacional desde 1990. De esa forma, se determinó la existencia de las «superbacterias» de la fiebre tifoidea en el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.

«La velocidad a la que han surgido y se han propagado las cepas súper resistentes de S. Typhi en los últimos años es un verdadero motivo de preocupación y destaca la necesidad de ampliar urgentemente las medidas de prevención, sobre todo en los países con mayor riesgo», enfatiza Jason Andrews, de la Universidad de Stanford.

Prevención

Cuando las cepas XDR empezaron a aumentar, se usaban varios antibióticos de tercera generación, como quinolonas, cefalosporinas y macrólidos. Hoy solo queda un antibiótico oral, la azitromicina.

Por cómo van las cosas, este medicamento no duraría mucho, pues según el nuevo estudio las mutaciones que le confieren resistencia a la bacteria contra la azitromicina también se están propagando, «amenazando la eficacia de todos los antimicrobianos orales para el tratamiento de la fiebre tifoidea«.

Estas mutaciones aún no han sido adoptadas por XDR S. Typhi, pero podrían llegar a serlo, lo cual sería muy desastroso.

Existen vacunas conjugadas capaces de prevenir los brotes de fiebre tifoidea hasta cierto punto, pero si la distribución de estas no es global, nos estaríamos acercando a otra crisis de salud.

«La aparición reciente de S. Typhi XDR resistente a la azitromicina crea una mayor urgencia para expandir rápidamente las medidas de prevención, incluido el uso de vacunas conjugadas contra la fiebre tifoidea en países endémicos que se enfrentan a ella», escriben los autores en The Lancet Microbe.

Recuerda no tomar antibióticos sin la indicación de tu médico. Ante cualquier síntoma de infección, acude a tu centro de salud más cercano.

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