Por primera vez, investigadores han podido resaltar regiones genéticas específicas que parecen tener cierta influencia sobre ser zurdo, y también han encontrado vínculos con diferencias en la estructura cerebral en aquellos que también tienen estas variaciones genéticas.

Ya se ha establecido que si somos diestros o zurdos depende en cierta medida, alrededor del 25 por ciento, del código genético con el que nacemos, pero hasta ahora los científicos no habían podido identificar las áreas específicas en el genoma responsable.

En el nuevo estudio publicado en Brain que utiliza alrededor de 400 000 registros individuales de una base de datos nacional del Reino Unido, se encontró cuatro regiones genéticas asociadas con la mano y tres de ellas estaban vinculadas a proteínas involucradas en la estructura y el desarrollo del cerebro.

Estas proteínas se relacionan con el citoesqueleto, el andamiaje dentro de las células que es responsable de su construcción y función.

Con la ayuda de escáneres cerebrales de alrededor de 10,000 de los participantes, los investigadores vincularon las variaciones genéticas con los tractos de materia blanca que se ejecutan entre las regiones de procesamiento del lenguaje. Estos tractos de materia blanca contienen el citoesqueleto del cerebro.

«Descubrimos que, en los participantes zurdos, las áreas de lenguaje de los lados izquierdo y derecho del cerebro se comunican entre sí de una manera más coordinada» dice el médico Akira Wiberg.

Eso significa que los zurdos podrían tener una ventaja cuando se trata de tareas verbales y habilidades lingüísticas, sugiere Wiberg, aunque la evidencia de eso no es concluyente.

Los seres humanos son bastante únicos en lo que respecta al reino animal al tener un desequilibrio entre los que somos zurdos y los que somos diestros: se trata de una división del 10-90 por ciento.

Y sabemos por otros animales que las diferencias del citoesqueleto, como la espiral de la concha de un caracol, pueden verse influenciadas por la genética desde el principio. Según los investigadores, las «características distintivas del desarrollo futuro de la mano» podrían desarrollarse en el útero, aunque esa es solo una posibilidad por ahora.

Si bien aún es demasiado pronto para llamar a esto un vínculo concluyente entre estos genes y si somos zurdos o diestros, lo que hace la investigación es resaltar asociaciones significativas entre los dos sobre los que se pueden construir más estudios.

Finalmente comenzamos a dar sentido a la codificación genética que ayuda a influir en qué mano se vuelve dominante.

También podría ayudar a disipar cualquier opinión persistente de que ser zurdo es de alguna manera desafortunado o inferior a ser diestro.

Fuente: Live Science.