El Telescopio Espacial James Webb no solo toma fotos de objetos a distancias inimaginables. Ahora, nos ha brindado sus primeras imágenes de Marte y del espectro de su atmósfera. Las instantáneas muestran la tierra baja más profunda del planeta, llamada Hellas Plain, así como líneas de agua, dióxido de carbono y monóxido de carbono.
El programa científico del James Webb estudia objetos del espacio profundo. Sin embargo, también realiza observaciones de objetos del sistema solar con una velocidad aparente de movimiento a través del cielo de hasta 30 milisegundos de arco por segundo y un brillo aceptable.
Estos parámetros incluyen planetas (excepto Mercurio y Venus), sus satélites, asteroides, planetas enanos, objetos transneptunianos y cometas. En particular, el telescopio ya ha observado a Júpiter, asteroides del cinturón principal e incluso el famoso cometa Hale-Bopp.
Rojo capturado
El 5 de septiembre, utilizando la cámara NIRCam y el espectrógrafo NIRSpec, el Webb tomó sus primeras imágenes directas de Marte y del espectro infrarrojo cercano de su atmósfera. Nuestro planeta vecino es un objetivo muy brillante para los detectores del famoso telescopio, por lo que los análisis se realizaron con una exposición muy baja.
Las fotografías publicadas por la NASA muestran el hemisferio oriental de Marte, donde se encuentra la cuenca de impacto Hellas Plain. Esta es la tierra baja más profunda del planeta. Además, se alcanza a ver el cráter Huygens de 467 kilómetros y la Gran Meseta de Sirte, un antiguo volcán en escudo.
La imagen tomada a una longitud de onda de 2,1 micrómetros expone estos detalles del relieve. Mientras que, la imagen capturada a una longitud de onda de 4,3 micrómetros señala la diferencia de temperatura de la superficie de Marte según la latitud y la hora del día.
Hellas Plain a simple vista parece oscura, pero no por su superficie fría, sino por la absorción de radiación proveniente de la superficie del planeta hacia el observatorio. Se trata de una capa de la atmósfera en esta área.
Futuros estudios
En cuanto al primer espectro de la atmósfera marciana, se detectaron en él fácilmente las líneas de agua, dióxido de carbono y monóxido de carbono. Otros detalles revelan información sobre el polvo, las nubes y las características de la superficie.
Construir un modelo del espectro, usando por ejemplo el Generador de Espectro Planetario, nos permitirá derivar la abundancia de ciertas moléculas en la atmósfera. En el futuro, el equipo utilizará estos datos para explorar las diferencias regionales del planeta y buscar rastros de gases en la atmósfera, tales como metano y cloruro de hidrógeno.