El mes pasado, en su exploración del cráter Von Kármán en el lado opuesto de la Luna, el rover Yutu 2 de China detectó un objeto peculiar en el horizonte. En una imagen muy borrosa tomada por el vehículo, se puede ver una protuberancia en forma de cubo en un paisaje relativamente sin rasgos distintivos.
Según Weixin (Nuestro Espacio), un canal de divulgación científica afiliado a la Administración Espacial Nacional de China (CNSA) está ubicado a aproximadamente a 80 metros de distancia de donde se encontraba el rover en el momento de la detección.
El portal se refirió al objeto como una «cabaña misteriosa» (神秘 小屋 / shenmi xiaowu), pero este es un nombre de marcador de posición en lugar de una descripción precisa.
Se especula que sea una roca muy peculiar ya que la Luna las tiene en abundancia. Sin embargo, no lo sabremos con certeza hasta que Yutu 2 pueda acortar la distancia para estudiarlo de cerca, un proceso que llevará otros dos o tres meses.
Esto se debe en parte a que el rover funciona con energía solar y debe apagarse durante la noche lunar, que dura dos semanas, así como cuando el Sol está directamente sobre su cabeza, para evitar el sobrecalentamiento. Además el rover necesita viajar lentamente ya que el terreno lunar es peligroso, lleno de escombros y cráteres.
Aunque tendremos que esperar, hay datos que ofrecen posibles pistas sobre la identidad del cubo. En sus alrededores existe un cráter de impacto relativamente nuevo. Esto sugiere que el objeto podría ser una roca que fue expulsada durante el impacto, un fenómeno observado previamente en la Luna. Nuestro satélite no posee una atmósfera significante y los asteroides que la golpean constantemente le hacen mucho daño.
Incluso si no es como se especula en internet (que probablemente sea una construcción extraterrestre), una mirada más cercana a esta «cabaña misteriosa» podrá decirnos sin duda alguna algo muy interesante sobre la Luna. Si se trata de una roca que ha sido excavada debajo de la superficie lunar, es posible que podamos aprender algo sobre la composición del satélite debajo de la capa superior de roca y escombros. Así que los científicos de CNSA definitivamente están ansiosos por verlo más de cerca.
Fuente: Science Alert