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El rover Curiosity encuentra la primera evidencia in situ del ciclo del carbono en el antiguo Marte

El sitio de perforación de Sequoia, donde los datos del Curiosity revelaron grandes cantidades de siderita. (NASA/JPL-Caltech/MSSS)

Una sorpresa en el cráter Gale de Marte acaba de llenar una pieza clave que faltaba en la historia del clima marciano.

El rover Curiosity encontró siderita en la roca madre, un mineral que solo se forma cuando el carbono precipita de la atmósfera.

Eso significa que, hace miles de millones de años, Marte tenía un ciclo de carbono activo, según un estudio publicado en Science Advances.

Es la primera vez que se encuentra evidencia directa del ciclo de carbono en Marte, un dato vital para saber si el planeta pudo haber sido habitable.

«Esto nos dice que Marte era habitable y que los modelos de habitabilidad son correctos», explicó el geoquímico Benjamin Tutolo, de la Universidad de Calgary.

Sabemos que Marte alguna vez tuvo lagos, océanos y agua líquida en su superficie, pero había un misterio: ¿cómo era posible si Marte es tan frío?

Para que hubiera agua líquida, el planeta necesitaba mucho dióxido de carbono en su atmósfera, expulsado por sus antiguos volcanes activos.

Parte de ese CO2 se escapó al espacio, pero otra parte debió quedarse y dejar rastros en los minerales de la superficie.

El problema era que, aunque los modelos predecían muchos carbonatos, hasta ahora los rovers y satélites no habían encontrado prácticamente ninguno.

Todo cambió con los datos de 2022 y 2023, cuando Curiosity hizo análisis de difracción de rayos X con su instrumento CheMin en el suelo del cráter Gale.

Tutolo y su equipo analizaron estos datos y encontraron siderita pura en tres de cuatro perforaciones hechas por Curiosity.

La siderita, compuesta principalmente de hierro y dióxido de carbono, los dejó boquiabiertos porque no esperaban hallarla en esas rocas.

«Nos sorprendió encontrar carbonatos, ya que las observaciones orbitales no los habían detectado», explicó Tutolo.

Resulta que las sales de sulfato de magnesio, muy solubles en agua, enmascaraban la señal de los carbonatos en las observaciones desde el espacio.

Como estas sales están presentes en muchos lugares de Marte, probablemente los carbonatos también estén repartidos por todo el planeta.

El hallazgo no solo confirma la presencia de carbonatos, sino que también explica por qué no los habíamos visto antes.

La siderita encontrada encaja perfecto con los modelos de un Marte cálido, hace más de 3.500 millones de años, donde abundaba el CO2.

Eso sí, también revela que más carbono se atrapó en las rocas de lo que volvió a la atmósfera, desbalanceando el ciclo de carbono.

Como Marte está más lejos del Sol que la Tierra, necesitaba mucho CO2 para ser habitable. Atrapar tanto carbono pudo haber acelerado su enfriamiento.

Ahora, los científicos pueden revisar datos antiguos buscando señales invisibles de siderita que antes pasaron desapercibidas.

Además, podrán ajustar los modelos climáticos de Marte para entender mejor cómo perdió su habitabilidad.

Minerales tan comunes en la Tierra ahora nos ofrecen una nueva ventana para comprender el pasado marciano.

Tutolo, experto en geoquímica acuosa y en captura de carbono para frenar el cambio climático, nunca imaginó aplicar sus conocimientos en Marte.

«Si me lo hubieran dicho a los 15 años, no lo habría creído», confesó.

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