Muchos de nosotros hemos vivido alguna vez un déjà vu, esa extraña sensación de haber vivido un momento en el pasado. Ahora, un equipo de investigadores estadounidenses cree tener una pista robusta sobre el fenómeno psicológico. Los detalles del estudio fueron publicados en Consciousnes and Cognition.
Déjà vu significa literalmente “ya visto” en francés. Es una sensación muy convincente de que ya hemos vivido una situación determinada, aunque no somos capaces de indicar cuándo y en qué circunstancias sucedió.
Ya visto
A lo largo de los años, han surgido muchas teorías, tanto esotéricas como científicas, para explicar qué es el déjà vu. Muchos investigadores han buscado respuestas en los problemas mentales, disfunciones cerebrales o lo que parece ser lo más intrigante: un error en la matrix.
Uno de los principales especialistas en este tema es Alan Brown, quien analizó los resultados de las investigaciones sobre el déjà vu. Cuando observó conversaciones con personas que experimentaban este fenómeno, notó una peculiaridad.
Resultó que el factor más común que desencadena el sentimiento descrito es el lugar de los eventos o los eventos mismos, mientras que la conversación permanece en segundo lugar. Además, en promedio, 3/4 de los encuestados tuvieron que lidiar con un déjà vu en algún momento.
El nuevo estudio
Ahora, Anne Cleary de la Universidad Estatal de Colorado se unió a Brown para contribuir a la investigación del déjà vu. Ella y su equipo se propusieron probar la hipótesis sobre los posibles mecanismos detrás de este fenómeno.
La hipótesis escogida asume que el déjà vu puede ocurrir cuando existe una similitud espacial entre un lugar determinado y el recordado de memoria. ¿Cómo así? Lo más probable es que el diseño espacial en la ubicación seleccionada sea similar al que hemos visto antes.
Por supuesto, la similitud está tan encubierta que no podemos identificar un recuerdo específico que viene a nuestra mente. Esto, a su vez, nos da la sensación de haber estado en un lugar determinado, aunque no sepamos cuándo. Lo cual refuerza nuestra impresión de que conocemos bien el lugar donde nos estamos, incluso si nunca hemos estado ahí antes.
Luego, Cleary y su equipo utilizaron realidad virtual para «ubicar» a las personas en diferentes escenarios. Gracias a esto, los científicos pudieron controlar estas ubicaciones, ya sea cambiando la disposición espacial o copiándola.
Resultados
Se concluyó que la probabilidad de que se produjera un déja vu era mayor cuando los participantes del experimento se encontraban en un lugar que contenía la misma disposición espacial que la escena anterior que vieron, aunque no la recordaran muy bien.
Sin embargo, eso no significa que el parecido espacial sea la única causa del déjà vu. Muy probablemente, muchos factores pueden contribuir a que una escena o una situación se sientan familiares. Más investigaciones se siguen realizando para descubrir posibles factores adicionales vinculados a este misterioso fenómeno.