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El jugo de tomate nos ayudaría a combatir bacterias intestinales como la Salmonella

Freepik

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Uno de los alimentos más destacados por su contribución a una dieta saludable es el tomate, que ahora se revela como un aliado en la lucha contra una peligrosa bacteria. Se ha demostrado su capacidad para eliminar las infecciones intestinales, incluyendo aquellas provocadas por la Salmonella.

Este vegetal, ampliamente consumido a nivel mundial, es rico en antioxidantes, vitaminas y otros compuestos esenciales. Entre sus numerosas propiedades beneficiosas, científicos de la Universidad de Cornell han identificado dos características particulares que destacan en la eliminación de bacterias.

 

No es por la acidez

El equipo de investigación, dirigido por el microbiólogo Jeongmin Song, tenía un interés particular por la Salmonella, un género de bacterias entéricas que invaden el intestino y a menudo causan intoxicación alimentaria. Se centraron en el serotipo tifoideo conocido como Salmonella enterica Typhi, que se encuentra exclusivamente en humanos y puede causar fiebre tifoidea al ingresar al torrente sanguíneo desde el intestino y propagarse por el cuerpo.

Los cultivos de Salmonella Typhi expuestos al jugo de tomate recién despulpado murieron en 24 horas, y no debido a la acidez del jugo. Los científicos escanearon el genoma de los tomates (Solanum lycopersicum) en busca de genes que codificaran péptidos antimicrobianos, identificando dos de ellos que demostraron inhibir el crecimiento de Salmonella Typhi, e incluso de una cepa resistente a la ciprofloxacina, un antibiótico utilizado para tratar la fiebre tifoidea.

Además, modelaron las estructuras de los dos péptidos candidatos principales y simularon sus interacciones con las membranas celulares bacterianas. Los resultados predichos por el modelo fueron confirmados en experimentos, donde se observó que ambos péptidos rompían las membranas celulares de Salmonella Typhi en tan solo 45 minutos.

 

Salud pública

Al igual que otros patógenos transmitidos por alimentos, el adecuado manejo y almacenamiento de estos, junto con el acceso a antibióticos, son medidas que pueden ayudar a prevenir la intoxicación por Salmonella.

Sin embargo, la fiebre tifoidea sigue siendo un grave problema de salud pública en regiones donde el acceso al agua potable, saneamiento básico y vacunas contra la tifoidea es limitado. La transmisión de esta enfermedad ocurre a través de alimentos y agua contaminados, siendo los niños especialmente vulnerables.

En 2016, un brote de tifoidea altamente resistente a los medicamentos afectó gravemente a Pakistán, y los expertos aún temen la posibilidad de brotes regionales o globales si no se toman medidas adecuadas.

«El objetivo principal de nuestro estudio fue determinar si el tomate y su jugo son capaces de combatir patógenos entéricos, incluida la Salmonella Typhi, y si es así, entender qué características los hacen efectivos», explica Song.

Este estudio refuerza los mensajes de salud pública que fomentan el consumo de tomates como parte de una dieta equilibrada que incluya una variedad de frutas y verduras, siempre y cuando se sigan prácticas adecuadas de higiene, a fin de prevenir enfermedades e intoxicaciones alimentarias.

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