El gigantesco telescopio del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, popular por rastrear asteroides y vida extraterrestre, dejó de funcionar hace unos días debido a un devastador accidente que destruyó su plato reflector.
La instalación permanecerá cerrada en tanto los ingenieros revisan el daño y evalúan qué reparaciones serán necesarias para que el telescopio vuelva a funcionar apropiadamente.
¿Qué sucedió?
Según el comunicado oficial de la Universidad de Florida Central, el lunes 10 de agosto uno de los cables auxiliares, que ayuda a sostener una plataforma de metal, se rompió. Esto abrió un agujero de 30 metros de largo en el gran plato del telescopio.
Por si fuera poco, cuando el cable de tres pulgadas cayó también dañó varios paneles en la Cúpula Gregoriana y torció la plataforma utilizada para acceder a la cúpula.
Aún se desconoce cuál es la causa del accidente. “Contamos con un equipo de expertos evaluando la situación”, dice Francisco Córdova, director del observatorio.
Córdova además agregó que su objetivo es garantizar la seguridad del personal, proteger las instalaciones y el equipo, y restaurar el telescopio para que pueda funcionar lo antes posible y siga ayudando a los científicos de todo el mundo.
Observatorio de Arecibo
El Observatorio de Arecibo, que funciona desde 1963, alberga un radiotelescopio de 305 metros de diámetro que hasta 2016 era el más grande del mundo. Ahora, el más grande es el Five hundred meter Aperture Spherical Telescope (FAST) de 500 metros ubicado en China.
La instalación es utilizada por científicos de todo el mundo para realizar investigaciones en ciencias atmosféricas, ciencias planetarias, radioastronomía, entre otros.
Arecibo también es el hogar de un equipo que dirige el proyecto de radar planetario apoyado por el Programa de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA.
El observatorio ganó mucha popularidad en 1999 cuando comenzó a recopilar datos para el Proyecto SETI, que se encarga de analizar señales de radio en busca de indicios de inteligencia extraterrestre.
Este observatorio también tuvo apariciones en la pantalla grande. Una de ellas fue en la película “Contacto”, basada en el libro del mundialmente conocido Carl Sagan. La protagonista de la película es una astrónoma que, con ayuda de este telescopio, busca entre las señales de radio algún indicio de inteligencia extraterrestre. El gigantesco plato reflector también se robó el espectáculo al final de la película de James Bond en 1995, “Golgen Eye”.