En un futuro muy lejano, mucho después de que se apaguen las últimas estrellas, podría haber una última serie de explosiones deslumbrantes llamadas ‘supernovas de enanas negras’. Estas anunciarán el destino final del universo tal y como lo conocemos.
«Será un lugar un poco triste, solitario y frío», expresó el físico teórico Matt Caplan, autor principal del estudio.
Estas supernovas recientemente propuestas son un tipo especial que aún no hemos observado en ningún lugar. Las supernovas de enanas negras podrían ser los últimos eventos que tengan lugar en el universo, que para entonces tendrá una temperatura cercana al cero absoluto.
“Se conoce como ‘muerte por calor’, donde el universo será principalmente agujeros negros y estrellas quemadas”, agregó Caplan,
Los resultados de su estudio se publicaron en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Supernovas de enanas negras
La vida y muerte de una estrella está determinada por su masa. En el universo actual, las estrellas que tienen más de 10 masas solares, aquellas que producen hierro en su núcleo, explotarán como supernovas. Estas, dependiendo de su masa, podrían convertirse en estrellas de neutrones o agujeros negros.
Sin embargo, las que tienen una masa menor a 10 masas solares, que no producen hierro en sus núcleos, terminarán sus vidas de manea diferente. Estas se convertirán en pequeños y densos objetos que conocemos como enanas blancas.
«A medida que las enanas blancas se enfríen durante los próximos billones de años, se volverán más tenues, eventualmente se solidificarán y se convertirán en estrellas ‘enanas negras’ que ya no brillan», explicó Caplan.
Al igual que las enanas blancas de hoy, las enanas negras estarán compuestas principalmente de elementos ligeros como el carbono y el oxígeno. Además, tendrán aproximadamente la misma que el Sol pero contenida en un volumen similar al tamaño de la Tierra.
Esto, sin embargo, no impedirá que las reacciones nucleares en el interior se sigan produciendo. Las enanas blancas son cenizas, están quemadas, pero las reacciones de fusión aún pueden ocurrir debido al túnel cuántico, solo mucho más lento”, dijo Caplan. «La fusión ocurre, incluso a temperatura cero, simplemente lleva mucho tiempo».
Para el físico teórico, esta es la clave para convertir a las enanas negras en hierro y desencadenar una supernova.
¿Cuándo sucederá?
El trabajo de Caplan calcula cuánto tiempo tardan estas reacciones nucleares en producir hierro y cuánto hierro necesitan enanas negras de diferentes tamaños para explotar. Él calcula que estas ‘supernovas de enanas negras’ ocurrirán aproximadamente en 10^1100 años.
«En años, es como decir la palabra ‘billón’ casi cien veces. Si la escribieras, ocuparía la mayor parte de una página. Es increíblemente lejano en el futuro».
Por supuesto, no todas las enanas negras explotarán. Solo las más masivas, aquellas con 1,2 o 1,4 veces la masa del Sol, lograrán hacerlo.
Aún bajo estas condiciones, el 1% de todas las estrellas que existen hoy, alrededor de mil millones de billones de estrellas, morirán de esta manera. El resto, seguirán siendo enanas negras.
«Incluso con reacciones nucleares muy lentas, nuestro Sol todavía no tiene suficiente masa para explotar en una supernova, incluso en un futuro lejano. Podrías convertir todo el Sol en hierro y aún así no explotaría».
Según Caplan, las enanas negras más masivas explotarán primero, seguidas de las menos masivas. El proceso continuará hasta agotar todas las explosiones, lo que sucederá dentro de unos 10^32000.
En este momento, el universo estará realmente muerto y silencioso. “Es difícil imaginar algo que venga después de eso, las supernovas de enanas negras podrían ser la última cosa interesante que suceda en el universo. Pueden ser las últimas supernovas de la historia”, explicó.
Para cuando exploten las primeras enanas negras, el universo ya será irreconocible. “Las galaxias se habrán dispersado, los agujeros negros se habrán evaporado y la expansión del universo habrá separado tanto a todos los objetos restantes que ninguno verá explotar a ninguno de los otros. Ni siquiera será físicamente posible que la luz viaje así de lejos”.