Icono del sitio Robotitus

El descansar despierto mientras aprendemos algo hace que nuestro cerebro consolide una nueva habilidad

(Wikipedia)

Para consolidar una nueva habilidad, nuestro cerebro se vale de una técnica la cual fija los recuerdos: los repite a gran velocidad en lo que tomamos un descanso despierto durante el aprendizaje de la nueva actividad.

Relajarse pero no dormirse

Se sabe desde 1885 que descansar entre prácticas mejora la memorización cuando se busca aprender nuevas habilidades. Ahora, gracias a poderosas técnicas modernas de imágenes, científicos acaban de resaltar la importancia del descanso despierto en el proceso de aprendizaje.

De acuerdo a una reciente investigación publicada en Cell Reports, el cerebro humano reproduce rápidamente nuevos recuerdos durante las pausas al momento de realizar una nueva actividad. Además, la repetición de esos recuerdos ocurren hasta 20 veces más rápido que el mismo acto físico de realizar la acción.

Dormir es fundamental para la consolidación de la memoria, eso nadie lo duda, pues estabiliza un recuerdo mientras pasa del almacenamiento a corto plazo al de largo plazo. Sin embargo, en este reciente estudio, el equipo evaluó cómo el descanso despierto puede consolidar la memoria de una forma más significativa que el sueño.

El equipo del neurocientífico Ethan R. Buch, del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS)  puso a prueba a 30 voluntarios. Ellos debían escribir el número «41324» con su mano no dominante lo más rápido y preciso posible, durante pruebas de 10 segundos. Cada ensayo fue seguido de un período de descanso despierto de 10 segundos y se repitió 36 veces, mientras se registraba mediante magnetoencefalografía (MEG), una técnica que registra la actividad del cerebro midiendo los campos magnéticos generados por las corrientes eléctricas de nuestras células cerebrales.

Durante la experimentación los investigadores notaron que las repeticiones de los recuerdos más frecuentes, de duraciones tan cortas como de 50 ms, durante los periodos de descanso despierto se relacionaban con habilidades mejor aprendidas. 

«Nuestros datos indican que la repetición frecuente y rápida de la vigilia refuerza las asociaciones del hipocampo y neocorticales aprendidas durante la práctica anterior, un proceso relevante para mejorar el rendimiento posterior y la consolidación de la habilidad durante la vigilia» explicó Buch.

En lo profundo del cerebro

El Dr. Ethan Buch explica que la repetición frecuente y rápida de los recuerdos durante la vigilia relajada refuerza las asociaciones entre el hipocampo y el neocórtex aprendidas durante la práctica previa, lo cual es un proceso fundamental para poder mejorar el rendimiento al ejecutar la acción y consolidar así una nueva habilidad.

«La fuerte participación tanto de la actividad hipocampal como de la corteza medio-temporal en la reproducción de una memoria motora de procedimiento fue sorprendente, dado que se suele pensar que este tipo de memoria no requiere contribuciones del hipocampo», dijo Buch.

Los autores aclaran que interpretar los registros generados por la magnoencefalografía puede ser una tarea no tan precisa, lo que afectaría al análisis. En ese sentido más investigaciones son necesarias a fin de fortalecer los resultados actuales.

Los resultados de por sí son bastante robustos, pues hasta la fecha se desconocían los mecanismos por los cuales el cerebro es capaz de transformar representaciones de acciones discretas en habilidades consolidadas durante el descanso despierto. Ahora sabemos que esta reproducción repetida de un recuerdo va más allá del hipocampo y penetra en la corteza sensoriomotora contralateral. Podría decirse que nuestro cerebro repite los recuerdos generados por los movimientos de nuestro cuerpo al realizar una actividad.

La presente videncia científica nos servirá al momento de tomar decisiones sobre cómo perfeccionar una habilidad.

Salir de la versión móvil