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El cambio climático hará que observar el espacio sea cada vez más difícil, revela estudio

Very Large Telescope (VLT) del desierto de Atacama en Chile / ESO

Los telescopios necesitan de un rango de condiciones adecuadas para poder funcionar correctamente: humedad, oscuridad, temperatura, etc. Ahora, un estudio publicado en Nature Astronomy ha determinado que el aumento del calor también está interfiriendo con nuestros grandes y avanzados telescopios

El estudio analizó 3 décadas de datos del Observatorio Paranal en Chile (donde se encuentra el Very Large Telescope – VLT) y reveló varias formas en las que el cambio climático ya está afectando las observaciones astronómicas. Lo que es peor, esta situación podría empeorar.

Nuevas condiciones

El VLT se encuentra en uno de los lugares más secos de la Tierra: el desierto de Atacama. Mientras que el resto del mundo se ha calentado 1° C en promedio desde la era preindustrial, Atacama se ha calentado 1,5° C solo durante las últimas 4 décadas.

Lamentablemente, el VLT no fue diseñado para condiciones tan cálidas. En primer lugar, su sistema de refrigeración no funciona correctamente si la temperatura del atardecer es superior a 16° C. Sin embargo, en los últimos años ha habido un número creciente de ocasiones en las que las temperaturas al final del día superaron este umbral.

Esto significa que cuando se abre la cúpula, la temperatura exterior es más cálida que la cúpula interior. Esto puede llevar a una reducción en la resolución de la imagen debido a la turbulencia interna, algo que los astrónomos llaman “visión de la cúpula”. Básicamente, esta temperatura provoca turbulencias dentro del domo, lo que degrada la calidad de la imagen y la hace borrosa.

Otros cambios

Fuera de la cúpula, el cambio climático también está afectando la turbulencia en la atmósfera.

Los autores notaron un aumento en la turbulencia en el aire cerca del suelo, algo que también provoca una mayor imagen borrosa.

Debido a las recientes construcciones en la zona, el equipo no puede vincular directamente este cambio con el calentamiento global. Sin embargo, sí habla de una amenaza potencial mayor a medida que nuestro planeta se calienta rápidamente. En la instalación también hay muchos instrumentos de vanguardia, que son sensibles a los cambios atmosféricos locales.

A pesar de que Atacama es un desierto, esta región todavía está estrechamente relacionada con los eventos de El Niño, el cual se prevé se intensifiquen con el cambio climático. Pero para tomar observaciones infrarrojas del cielo nocturno, es necesario que haya un bajo contenido de vapor de agua en el aire.

La humedad relativa y la nubosidad también pueden alterar las observaciones submilimétricas y de longitud de onda de radio. Y, aunque hay indicios en los datos de que Atacama se volverá más seco en el futuro, todavía necesitamos mucha más investigación sobre el clima local y global y todas sus diversas complejidades antes de poder asegurarlo.

Si el mundo se calienta 4° C antes de fin de siglo, nuestras imágenes del cielo nocturno probablemente solo se volverán más borrosas. Es por eso que deberíamos construir telescopios futuros con escenarios de calentamiento extremo en mente, porque de lo contrario nuestra tecnología no funcionará.

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