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El azufre del asteroide que mató a los dinosaurios causó un enfriamiento que detuvo la vida en la Tierra

(Alamy Stock Photo)

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Uno de los efectos del impacto del meteorito que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años, fue el desprendimiento de gigantescas cantidades de azufre. Hasta antes de este reciente estudio, no conocíamos la magnitud de este metal arrojado a la estratósfera desde la gran roca. Las cantidades sugeridas por una publicación en PNAS muestran que «hemos subestimado la cantidad de este azufre».

En el aire, los gases con azufre bloquearon el Sol y enfriaron la Tierra durante décadas o siglos, luego cayó como lluvia ácida letal sobre la Tierra. Como resultado, «el cambio climático que se asoció con él fue quizás mucho mayor de lo que pensábamos anteriormente«.

James Witts, profesor de la Universidad de Bristol, explica que esta sería la razón por la cual la vida tardó mucho en recuperarse. El azufre cayendo sobre la superficie continuamente afectó especialmente a las especies marinas, pues gran parte de éste cayó sobre los océanos.

Hallazgo fortuito

Originalmente, el equipo tenía otro tema de investigación, relacionado con la geoquímica de conchas del Cretácico Tardío y, sin planificarlo antes, decidieron tomar muestras de sedimentos del río Brazos, en Texas.

Las muestras fueron llevadas a la Universidad de Saint Andrews en Escocia, donde se analizaron los diferentes isótopos de azufre. Aubrey Zerkle, geoquímico y geobiólogo, coautor del estudio, encontró una «señal muy inusual». Los isótopos de azufre tenían pequeños cambios inesperados en sus masas. Dichos cambios de masa ocurren cuando el azufre ingresa a la atmósfera e interactúa con la luz ultravioleta (UV).

Witts explica que existen dos escenarios en los que este fenómeno puede ocurrir: una atmósfera sin oxígeno o una atmósfera cargada de azufre.

El que esta señal esté presente en rocas marinas del Cretácico muestra que «debe haber una gran cantidad de azufre en la atmósfera después de este evento de impacto«.

«Y eso, por supuesto, tiene una gran implicación para el cambio climático relacionado con el impacto porque los aerosoles de azufre, según lo que sabemos por las erupciones volcánicas modernas, causan enfriamiento«.

No solo fue el meteorito

Además, la zona del impacto jugó un papel importante en las cantidades de azufre desprendido. Gran parte del azufre provino de la piedra caliza rica en azufre de la Península de Yucatán.

«Si el asteroide hubiera golpeado en otro lugar, tal vez no se hubiera liberado tanto azufre a la atmósfera, el cambio climático que siguió podría no haber sido tan severo, y por ende el evento de extinción no habría sido tan malo«, dijo Witts

Las estimaciones previas de los aerosoles de azufre que ingresan a la atmósfera de la Tierra después del impacto del asteroide oscilan entre 30 y 500 gigatoneladas.

De acuerdo con los modelos climáticos, este azufre se habría convertido en aerosoles de sulfato, causando así un enfriamiento de la superficie terrestre de 2 a 8 °C durante algunas décadas después del impacto.

Sin embargo, el nuevo hallazgo sugiere que debido a que la cantidad de azufre era mayor, el cambio climático pudo llegar a ser aún más severo.

«Nuestros datos proporcionan evidencia directa de un papel principal hipotético de los aerosoles de sulfato en el invierno posterior al impacto y a la extinción masiva global«.

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