Dos neurocientíficas han logrado documentar, por primera vez, los cambios estructurales que experimenta el cerebro a lo largo del ciclo hormonal de las mujeres, revelando que dichos cambios no se limitan a las áreas asociadas con el ciclo menstrual.
Estos hallazgos representan un hito al informar sobre las modificaciones simultáneas en todo el cerebro, abarcando tanto la microestructura de la materia blanca como el espesor cortical, y su sincronización con los ritmos hormonales del ciclo menstrual, según señalan las investigadoras.
Ciclo
La menstruación es una experiencia común entre las mujeres durante una parte significativa de sus vidas; sin embargo, la investigación en este ámbito ha sido notoriamente limitada, con un enfoque predominante en la comunicación cerebral durante tareas cognitivas, en detrimento del estudio de las estructuras cerebrales.
Las fluctuaciones cíclicas en las hormonas del eje HPG (hipotalámico-pituitario-gonadal) ejercen una influencia poderosa tanto en el comportamiento como en la estructura y función, actuando a través del sistema nervioso central de los mamíferos. No obstante, se sabe poco acerca de cómo estas fluctuaciones afectan los nodos estructurales y las rutas de información en el cerebro humano.
El estudio ha identificado cambios en la microestructura de la sustancia blanca vinculados a variaciones hormonales durante la pubertad, el uso de anticonceptivos orales, la terapia hormonal de afirmación de género y la terapia con estrógenos posmenopáusicos.
El equipo realizó resonancias magnéticas a los participantes en tres fases menstruales distintas: menstruación, ovulación y fase lútea. En cada exploración, se midieron los niveles hormonales. Los resultados indican que a medida que las hormonas fluctúan, los volúmenes de materia gris y blanca también varían, al igual que el volumen de líquido cefalorraquídeo.
En particular, justo antes de la ovulación, cuando los niveles de 17β-estradiol y la hormona luteinizante aumentan, los cerebros de los participantes mostraron cambios en la materia blanca, lo que sugiere una transferencia de información más rápida.
Cambios estructurales
La hormona folículo estimulante, que se eleva antes de la ovulación y estimula los folículos ováricos, se asoció con un mayor espesor de la materia gris. Por otro lado, la progesterona, que aumenta después de la ovulación, se vinculó con un aumento del tejido y una reducción del volumen de líquido cefalorraquídeo.
Aunque aún no se comprenden por completo las implicaciones de estos hallazgos para la salud de la mujer, la investigación sienta las bases para futuros estudios y posiblemente para el esclarecimiento de las causas de trastornos mentales poco comunes pero graves relacionados con el ciclo menstrual.
Las científicas concluyen que la investigación de las interacciones entre el cerebro y las hormonas a través de las redes es esencial para entender el funcionamiento del sistema nervioso humano en la vida cotidiana, durante transiciones hormonales y a lo largo de la vida.