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Detallan el funcionamiento de dos enzimas que regulan la comunicación neuronal

Entre las maravillas que mantienen los sistemas biológicos, existen unas pequeñas moléculas que hacen de señalizadores, permitiendo la comunicación de los tejidos. Trabajando correctamente, también evitan que la sinapsis se descontrole. Son realmente asombrosas, sin duda.

La diversidad es increíble, cada vez encontramos más y su trabajo no deja de sorprendernos. Por ejemplo, recientemente se ha descrito la función de dos moléculas proteicas que juegan un papel fundamental modificando la transmisión de información a través de espacios sinápticos entre las neuronas.

Se trata de una enzima llamada serina arginina proteína quinasa 2 (SRPK2) y la molécula 1 de interacción con Rab3 (RIM1). Sin su control eficiente sobre la actividad neuronal, los mensajes podrían perderse debido a una señal insuficiente o abrumando redes perdiendo señales importantes.

Investigadores de Alemania y Australia realizaron el descubrimiento usando neuronas de ratones para describir a detalle la interacción química entre las dos.

Controles en la sinapsis

La sinapsis, en el fenómeno que controlan las dos proteínas, trata de un juego de señales similar al que existe en una terminal de transporte. Un bus puede tener luz verde para salir hacia su destino cuando todos sus pasajeros ya han subido a él. Mientras tanto, algunos buses salen sin completar todos los asientos y otros esperan a llenar el número de pasajeros. Por supuesto que los pasajeros reciben las señales de orientación para esperar y embarcar.  Este sería el papel de RIM1 si trabajara en el sistema de transporte público.

Las neuronas, que contienen las moléculas transmisoras de señales, esperan a la señal de RIM1 para soltar a sus «viajeros» o «neurotransmisores».

Los autores observaron que la enzima SRPK2 modifica a RIM1 al agregar moléculas con grupos fosfato (fosforilar) en enlaces específicos de su estructura. De esta forma, SRPK1 aumenta o reduce la cantidad de neurotransmisores que se liberan en la sinapsis.

Las proteínas son estructuras formadas por una serie de aminoácidos dispuestos en un orden específico. Alexander Müller, neurofisiólogo de la Universidad de Bonn, explica que en el caso de SRPK2, su efecto dependerá del aminoácido fosforilado.

Cuando algo sale mal

No se conoce, aún, qué pasa con las proteínas RIMI1 fosforiladas luego de culminar su trabajo. Este tipo de procesos requiere de mucha precisión, así que es probable que otras moléculas afinen más el proceso.

Por otro lado, una serie de trastornos y enfermedades podrían surgir si estas moléculas no funcionan adecuadamente. Existen algunos indicios genéticos que indican que RIM1 estaría involucrado en condiciones como el autismo y la esquizofrenia.

«Ahora necesitamos aclarar aún más estas relaciones», dice McGovern. «Tal vez surjan nuevas opciones terapéuticas para estas enfermedades a partir de nuestros hallazgos a largo plazo, aunque ciertamente hay un largo camino por recorrer antes de que eso suceda».

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