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Descubierto un interruptor clave para regular el sistema inmunológico y evitar que ataque células sanas

Buenas noticias para quienes padecen enfermedades autoinmunes. Un equipo de investigación ha descubierto un interruptor capaz de desactivar un sensor de ADN extraño, lo que a su vez apaga el sistema inmune cuando no debe actuar.

 

Sensores e interruptores

Los trastornos autoinmunes, como la diabetes tipo 1 y la enfermedad inflamatoria intestinal, surgen cuando los controles del sistema inmunológico fallan, convirtiendo nuestro cuerpo en un terrible campo de batalla interno.

Una reciente investigación, publicada en Nature, se centró en los mecanismos moleculares del sistema inmunológico y descubrió que un «interruptor» puede desactivar un sensor de ADN extraño llamado GMP-AMP sintasa cíclica (cGAS). Esta enzima identifica virus invasores en el cuerpo, uniéndose a su ADN y alertando al cuerpo sobre la presencia de un invasor.

Dado que la cGAS actúa en el interior de la célula, especialmente en el núcleo, debe estar regulada con precisión. Aquí es donde entra el interruptor, actuando como regulador de la enzima cGAS, «marcándola» para su eliminación en lugares donde no se necesita respuesta inmune.

 

Proceso de señalización

El estudio, identificó un complejo proteico llamado CRL5-SPSB3, que agrega una sustancia química llamada ubiquitina a la cGAS para marcarla y deshacerse de ella cuando no es necesaria. Esta es la clave para eliminar la cGAS cuando no hay amenaza de ADN extraño, evitando que ataque a las células sanas.

Los científicos han descubierto que cuando las células se dividen, la envoltura nuclear se disuelve, dando a la cGAS acceso al ADN en su interior, donde se une a las unidades de empaquetamiento del ADN y está cubierta por una proteína llamada BAF.

Este descubrimiento sobre la señalización del sistema inmunológico puede tener aplicaciones terapéuticas futuras, ya que ahora entendemos mejor cómo funciona la cGAS y podemos buscar formas efectivas de regular su comportamiento.

«Nuestra investigación define la degradación de proteínas como un determinante de la regulación de cGAS en el núcleo y proporciona información estructural sobre un elemento de cGAS que es susceptible de explotación terapéutica», escriben los investigadores.

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