Quizá el pez payaso sea uno de los vertebrados más famosos del océano y, con mucha razón, pues poseen características peculiares asombrosas, muchas más de las que Marlin y Nemo presumen en «Buscando a Nemo».
1. ¡Nemo no es un pez payaso!
Quizá te sorprenda saber que Nemo no es realmente un pez payaso, sino que es uno falso. Los peces payaso verdaderos y falsos pueden ser muy similares lo que, usualmente, genera confusión; pero, los biólogos marinos han encontrado la manera de diferenciarlos. El pez payaso verdadero, también llamado Percula verdadero, tiene un borde negro muy notorio y oscuro que separa las franjas blancas de las anaranjadas; mientras que, en el Percula falso el borde oscuro es muy difuso y, muchas veces, imperceptible. Además cada especie, el pez payaso verdadero y el falso, viven en distintas zonas del mundo.
2. Su relación con las anémonas
Viven entre los tentáculos de una anémona, un invertebrado marino que produce una toxina contra los depredadores, pero a la que el pez payaso es inmune; es así como se protege de los peligros del océano y, a cambio, el pez mantiene limpia y libre de parásitos a la anémona. Esta relación se conoce como simbiosis.
3. Cambian de sexo
Increíblemente, ¡todos los peces payaso nacen machos! Tienen la habilidad de cambiar de sexo cuando la hembra del grupo muere; esta es quien domina el grupo y decide qué macho fecundará los huevos; por eso, cada uno debe esforzarse mucho para agradar a la hembra. El cambio de macho a hembra es irreversible.
4. Alimentación variada
Los peces payaso son omnívoros, es decir, comen de todo: algas, zooplancton, gusanos y crustáceos pequeños. Cuando son pequeños, comen lo que acerca a la anémona; mientras crecen se aventuran fuera de su hogar para explorar y buscar alimento, pero no más de un par de metros.
5. Familia numerosa
La hembra, puede poner entre 100 y 1.000 huevecillos; inmediatamente después el macho elegido, pasará por encima del nido para fecundarlos y, desde ese momento, se hará cargo de cuidar, proteger y limpiar los huevos. Después de seis u ocho días, nacerán unos diminutos peces que lucen como larvas transparentes. Pasarán diez días a la deriva y luego buscarán en el arrecife una anémona para formar su propia familia.
Debido al éxito de «Buscando a Nemo», el pez payaso se volvió muy popular y solicitado en las tiendas de mascotas y acuarios. La demanda se triplicó y, con ella, la sobre-pesca. Aunque esta especie no está en peligro, los conservacionistas temen que a causa del «Efecto Nemo» y el calentamiento global que altera los arrecifes de coral, la población del pez payaso disminuya drásticamente con los años. Así que, aunque sean muy simpáticos y luzcan bien en un acuario en casa, lo mejor es apreciarlos libres en su hábitat natural.
Fuente: One Kind Planet.