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¿Cuándo podremos dejar a los niños bajo el cuidado de robots?

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Imagen: www.pexels.com

Nuevamente aparecen cuestiones éticas sobre la utilización de robots en el cuidado de niños y la necesidad de reflexionar sobre las consecuencias potenciales para asegurar su uso responsable y ético.

Los recientes avances en la tecnología están llevando a la creación de robots cada vez más sofisticados y capaces de realizar tareas bastante complejas. Uno de los campos donde se está experimentando esta tecnología es en el cuidado de los niños en el hogar.

M3GAN es una nueva película en la que un robot diseñado originalmente para ser una amiga y protectora de una niña, acaba tomando decisiones asesinas (algo así como instalarle el software de Terminator a «Vicky» de La Pequeña Maravilla). Esto vuelve a abrir cuestiones éticas sobre si este tipo de tecnología puede tomar decisiones correctas al momento de supervisar a menores de edad.

Es probable que en unos meses M3GAN sea más recordada por sus bailes de TikTok, pero las preguntas seguirán en el aire: ¿Qué tan cerca estamos de crear robots asesinos? Un artículo en Popular Mechanics sugiere que más allá de si el robot se parece físicamente a los seres humanos o se reconoce en el espejo, lo importante es cómo alcanzan la autoconciencia a través de su inteligencia artificial.

Este es un tema recurrente en la cultura popular. Películas como Metropolis (1927), A.I. Artificial Intelligence (2001) y I, Robot (2004), plantean preguntas sobre la conciencia robot, la posibilidad de generar sentimientos y la empatía con los seres humanos. En la literatura, el personaje de «Nanny» en The Handmaid’s Tale de Margaret Atwood también propone interrogantes sobre la falta de humanidad y empatía. Incluso en el anime, por ejemplo: Chobits, hay cientos de situaciones donde se reflexiona sobre la ética y moral de los robots que tienen la capacidad de desarrollar sentimientos humanos.

Aunque en la actualidad la mayoría de los robots que podemos comprar y llevar a casa tienen funciones limitadas o son utilizados como apoyo emocional (algunos acompañan a nuestros abuelitos), es crucial que los científicos y las personas en general reflexionen sobre las consecuencias potenciales y se aseguren de usar a los robots de manera responsable. Es necesario preguntarnos cómo decidiría un sistema de cuidado artificial en una escena similar a la del auto sumergiéndose en película I,Robot.

Asimismo, debemos considerar las implicaciones éticas y morales. ¿Es justo o ético dejar a los niños con robots en lugar de adultos? ¿Los robots pueden proporcionar el mismo tipo de atención y cuidado que los humanos? ¿Los niños son capaces de desarrollar una conexión emocional con los robots de la misma manera que con los humanos? Estas son preguntas importantes que debemos considerar a medida que avanzamos en el desarrollo de esta tecnología.

Algunos expertos han defendido, en un artículo del New York Times, lo que se conoce como la «política de diseño del medio excluido». La idea es crear máquinas con la seguridad de que tienen importancia moral, o que definitivamente no la tienen. Cualquier cosa en el área gris de la conciencia y la importancia puede causar serios daños desde una perspectiva u otra.

Según ellos, el rápido avance en inteligencia artificial en grandes laboratorios e industrias crea una sensación de «carrera hacia un futuro lleno de problemas desconocidos e inquietantes para los que no estamos preparados». Aseguran que el desarrollo de robots ampliamente percibidos como conscientes solo agregaría más dificultades a la gestión de estos riesgos. Sin embargo, la desventaja de ser precavido es un desarrollo tecnológico más lento. El artículo indica que es necesario encontrar un equilibrio para poder avanzar en la tecnología de forma responsable y segura.

En conclusión, aunque la tecnología de los robots está progresando rápidamente, debemos tener presente las implicaciones éticas y morales de su uso en la sociedad. Es importante reflexionar sobre las consecuencias potenciales de dejar a los niños al cuidado de robots y asegurarse de que se utilicen de manera responsable. A medida que continuamos avanzando en la tecnología, seamos conscientes de cómo afectará a nuestra sociedad y a nuestra vida diaria. Mientras tanto, disfrutemos de las películas (por ahora).

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