El cerebro es curioso. Cuando alguien nos habla en un ambiente ruidoso, este órgano utiliza un sistema para ayudarnos a completar lo que no logramos escuchar del todo. Ahora, al parecer este sistema también estaría involucrado en las alucinaciones. La investigación fue publicada en Science.
Intentan inducir a ratones a alucinaciones para estudiar la psicosis
Para el estudio, las alucinaciones se originan cuando nuestros cerebros creen que dicho sistema supera a lo percibido por nuestros sentidos, en lugar de simplemente ser un auxiliar. Aunque esto puede sucederle ocasionalmente a cualquiera, en sus extremos, las alucinaciones son síntomas de enfermedades mentales graves como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Modelo animal
Para descubrir cómo nuestros cerebros crean esta falla, un equipo del Laboratorio Cold Spring Harbor, liderados por la neurocientífica Katharina Schmack desarrollaron un modelo de alucinaciones en ratones. Esta fue una tarea desafiante ya que no se puede preguntar a los roedores qué están experimentando.
“Realmente no comprendemos la neurobiología de la enfermedad”, explicó el neurocientífico Adam Kepecs. “Los modelos animales han impulsado avances en todos los demás campos de la biomedicina. No vamos a avanzar en el tratamiento de enfermedades psiquiátricas hasta que tengamos una buena forma de modelarlas en animales”, añadió.
Por eso, necesitamos un modelo animal, y este debe ser aplicado con precaución. Al igual que con los estudios fisiológicos basados en modelos animales, necesitamos una comprensión profunda de sus limitaciones.
Algunos de los factores necesarios a conocer son su desarrollo, sus condiciones ambientales, así como en qué se parecen o diferencian de nosotros. Los investigadores abordaron algunos de estos factores haciendo de igual forma comparaciones directas con sujetos humanos durante sus pruebas.
El experimento
A los voluntarios humanos y ratones se les presentó una tarea computarizada sobre detectar un tono dentro de un fondo de ruido. Los humanos indicaron si escucharon el tono haciendo clic en uno de los dos botones, y los ratones habían sido entrenados para responder al tono metiendo la cabeza en un hueco si lo escuchaban, caso contrario meterían su cabeza en otro hueco.
De los 220 voluntarios humanos, aquellos que supuestamente experimentaron alucinaciones tenían más probabilidades de detectar el tono a pesar de no estar allí. Dicho evento es similar a una alucinación. Cuando a los ratones se les dio ketamina, un conocido alucinógeno, asimismo era más probable que escucharan ese tono así no estuviera. Esto se midió por cuánto tiempo estaban dispuestos a esperar por una recompensa.
El equipo además pudo preparar a los ratones para detectar con confianza este tono con más frecuencia. Lo consiguieron reproduciendo el tono con más frecuencia, aumentando así su expectativa de escucharlo. Dicho caso también ocurre en humanos.
Dopamina
Al monitorear los cerebros de los ratones, se detectó niveles elevados de dopamina antes de escuchar falsamente el tono. Como se sabe, esta sustancia química juega un papel en las alucinaciones humanas.
Luego, demostraron que el aumento de los niveles de dopamina causaba eventos similares a alucinaciones en los ratones. Del mismo modo, según sus hallazgos, podían reducir las alucinaciones con un fármaco antipsicótico que bloquea este neurotransmisor.
“Parece haber un circuito neuronal en el cerebro capaz de equilibrar las creencias y la evidencia anteriores, y cuanto más alto es el nivel de referencia de dopamina, más confías en tus creencias anteriores”, explicó Kepecs. “Creemos que las alucinaciones ocurren cuando este circuito neuronal se desequilibra y los antipsicóticos lo reequilibran”, añadió.
Los investigadores aún no saben con certeza si el evento similar a una alucinación inducido en ratones y humanos se superpone en neurobiología con las alucinaciones espontáneas que sienten personas sanas, o las experimentadas durante episodios psicóticos. Del sistema desarrollado se espera que ahora permita investigar más a fondo estas preguntas, así como buscar nuevos tratamientos para los trastornos psicóticos.