Un potente acelerador cósmico, conocido como PeVatron, ha sido detectado cerca del centro de la Vía Láctea, en una ubicación dominada por procesos físicos extremos.
El observatorio HAWC, ubicado en las montañas de México, ha registrado emisiones de rayos gamma con energías superiores a los 100 teraelectronvoltios (TeV), niveles nunca antes observados en nuestra galaxia.
Este descubrimiento se ha publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters.
El origen de estas emisiones, identificado como HAWC J1746-2856, sigue siendo un misterio, pero se han registrado 98 eventos de rayos gamma durante un periodo de siete años.
«Estos resultados son una mirada a energías mucho más altas de lo que se había visto antes en el centro de la Vía Láctea», explicó el físico Pat Harding, del Laboratorio Nacional de Los Álamos.
Esto confirma la existencia de un PeVatron en la llamada Cresta del Centro Galáctico.
HAWK J1746-2856
Los PeVatrons son aceleradores de partículas naturales que impulsan los rayos cósmicos, principalmente protones y núcleos atómicos cargados, a energías extremadamente altas, superando el rango de TeV.
Estos entornos suelen encontrarse en fenómenos cósmicos como remanentes de supernovas, la formación de estrellas y los campos magnéticos de los agujeros negros supermasivos.
Aunque potentes, los PeVatrons son extremadamente raros, lo que hace este hallazgo aún más sorprendente.
El acelerador HAWC J1746-2856 está cerca del agujero negro supermasivo Sagitario A*, ubicado en el centro de nuestra galaxia, y de una fuente de rayos gamma identificada previamente, conocida como HESS J1746-285.
Sin embargo, no se ha encontrado evidencia concluyente sobre cuál de estas dos fuentes es responsable de las emisiones de alta energía.
Importancia
Este descubrimiento no solo confirma la existencia de un PeVatron en la Vía Láctea, sino que también revela que la densidad de rayos cósmicos en el centro galáctico es mayor que la media de la galaxia.
Esto sugiere la presencia de un proceso de aceleración de protones en esa región.
A pesar de los avances, los científicos aún no han logrado identificar completamente la naturaleza de HAWC J1746-2856.
Según el equipo liderado por la física Sohyoun Yu, de la Universidad de Maryland, se necesitarán observaciones de próxima generación de detectores Cherenkov para resolver este enigma.
Mientras tanto, el hallazgo representa un paso significativo en nuestra comprensión de los procesos físicos que ocurren en el centro de nuestra galaxia y de los aceleradores cósmicos de energía ultraalta.
Este descubrimiento ha generado gran interés en la comunidad científica y podría ofrecer nuevas pistas sobre cómo se generan las partículas más energéticas del universo.