¿Eres de los que no puede ver películas de terror, o le temes a la oscuridad? Entonces solo debes apagar el interruptor del miedo.
Emoción inoportuna
El miedo puede ser muy divertido para algunos y para otros puede ser devastador y paralizante. Pero en el sentido evolutivo, es para todos una emoción extremadamente útil. Se trata de una respuesta instintiva al peligro que puede aumentar nuestras probabilidades de supervivencia cuando las situaciones empeoran.
Pero siendo realistas, en muchos casos no es una reacción adecuada, y es más bien inoportuna. Por ejemplo, en casos como los trastornos de ansiedad y los trastornos de estrés, la respuesta de miedo puede volverse desproporcionada con respecto a la situación o el entorno del individuo, afectando gravemente la salud mental y la calidad de vida.
Sea cual sea el caso, se trata de un apasionante área de investigación.
Para comprender mejor el miedo y cómo funciona, un equipo de neurobiólogos ha mapeado los cambios en la química a cerebral y la señalización neuronal en ratones que sufrieron fuertes sustos. Lo mejor de este trabajo, que fue publicado en Science, es que descubrieron cómo detenerlo.
«Nuestros resultados proporcionan información importante sobre los mecanismos implicados en la generalización del miedo», dice el neurobiólogo Nicholas Spitzer., coautor del estudio. «El beneficio de comprender estos procesos a este nivel de detalle molecular permite una intervención que es específica del mecanismo que impulsa los trastornos relacionados».
Asustando ratones
Los investigadores se centraron en una región del cerebro llamada núcleo dorsal del rafe, ubicada en el tronco del encéfalo de los mamíferos. Esta parte del cerebro es responsable de la modulación del estado de ánimo y la ansiedad, además de proporcionar una cantidad sustancial de serotonina al cerebro. También juega un papel importante en el aprendizaje del miedo.
En los experimentos con ratones descubrieron que un susto severo activaba un interruptor en las neuronas, cambiando el mecanismo de neurotransmisión del glutamato (que excita las neuronas) al ácido gamma-aminobutírico (o GABA por sus siglas en inglés), el cual inhibe la actividad neuronal. El interruptor parece mantener una respuesta de miedo que de otro modo se apagaría o estaría ausente, produciendo síntomas consistentes con un miedo generalizado o un trastorno de ansiedad.
Esto ofreció un punto de partida para descubrir cómo suprimir la respuesta de miedo. Una forma era suprimiendo en los ratones el gen responsable de producir GABA. Cuando los investigadores entrenaron a estos ratones con el estímulo del miedo, no desarrollaron los signos de trastorno de miedo generalizado observados en los ratones sin el gen productor de GABA.
Ese método preventivo requeriría cierto conocimiento previo de un factor estresante continuo que podría provocar un trastorno.
Antidepresivos para el susto
Sin embargo, los investigadores encontraron un método para mitigar los efectos del miedo después del hecho. Si se trataba con el antidepresivo común fluoxetina inmediatamente después de recibir un susto, se prevenía el cambio de neurotransmisor y el posterior miedo generalizado.
Pero tenía que ser inmediato. Si se administraba el medicamento después de que se produjo el cambio y la respuesta de miedo era evidente, ya era demasiado tarde. Los investigadores dicen que esto podría explicar por qué los antidepresivos suelen ser ineficaces en pacientes con trastorno de estrés postraumático.
«Ahora que conocemos el núcleo del mecanismo por el cual se produce el miedo inducido por el estrés y los circuitos que implementan este miedo, las intervenciones pueden ser dirigidas y específicas», dice Spitzer.