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Científicos descubren que América del Norte se cae en pedazos hacia el manto terrestre

Un grupo de científicos descubrió algo bastante loco: el fondo del continente norteamericano está “goteando”. Sí, como si pedazos de roca se estuvieran desprendiendo lentamente hacia el interior de la Tierra.

Este fenómeno se llama «adelgazamiento cratónico» y fue descrito por primera vez en acción en un estudio publicado en Nature Geoscience. Lo lideró Junlin Hua, desde la Universidad de Texas en Austin.

¿Y qué es un cratón? Son estructuras de roca muy antiguas que forman el núcleo de los continentes. Son súper estables, algunas llevan miles de millones de años sin moverse mucho.

Pero a veces, incluso los cratones se alteran. Ya pasó en China, donde uno perdió su base hace millones de años. Ahora parece que algo similar pasa en América del Norte.

Una figura del estudio muestra el goteo de roca del cratón. Los investigadores plantean la hipótesis de que el goteo se debe a los restos de la placa de Farallón en subducción bajo el cratón. Crédito: Nature Geoscience, Hua et al.

Según los investigadores, lo que está causando este goteo es una vieja placa tectónica: la placa de Farallón, que se ha estado hundiendo bajo América del Norte por unos 200 millones de años.

Aunque esa placa está ahora a unos 600 kilómetros de profundidad, sigue empujando y desgastando la base del continente desde abajo, como un lento proceso de erosión subterránea.

Este adelgazamiento no es algo que se note en la superficie ni que vaya a partir el continente en dos. Es un proceso lentísimo, pero muy importante para entender cómo evolucionan los continentes.

La zona donde está ocurriendo esto se encuentra principalmente bajo el centro de Estados Unidos, en la región del Midwest. Por ahora, todo tranquilo allá arriba.

Lo interesante es que este proceso se está observando en tiempo real. Nunca antes se había detectado un cratón debilitándose de esta manera mientras ocurría.

Thorsten Becker, coautor del estudio, dice que esto nos ayuda a entender cómo se forman, rompen y reciclan los continentes a lo largo del tiempo geológico.

La forma en que detectaron todo esto fue usando un modelo sísmico en 3D, creado a partir de datos del proyecto EarthScope. Simularon cómo se mueve la Tierra por dentro.

Cuando agregaban la placa de Farallón al modelo, el cratón empezaba a gotear. Cuando la quitaban, el proceso se detenía. Eso confirmó la relación entre ambos.

Aunque estos modelos tienen sus límites, los resultados coinciden bastante bien con los datos reales. Los investigadores creen que sí están viendo algo real.

Las ondas sísmicas atraviesan diferentes accidentes geográficos a distintas velocidades. Este mapa muestra la velocidad sísmica en la corteza terrestre a 200 kilómetros de profundidad en Estados Unidos continental y partes de Centroamérica y Canadá. El cratón norteamericano (señalado con líneas discontinuas negras) presenta una alta velocidad sísmica en comparación con su entorno. Crédito: Nature Geoscience, Hua et al.

Hua, ahora profesor en China, explicó que aunque el goteo es más intenso en un área, el cratón completo, que abarca gran parte de EE.UU. y Canadá, también muestra signos de adelgazamiento.

La placa de Farallón está haciendo dos cosas: cambia el flujo del manto terrestre y debilita la base del cratón con compuestos volátiles. Es como un desgaste silencioso desde abajo.

Este hallazgo no es solo para geólogos. Entender cómo se comportan los cratones ayuda a saber cómo se forman los continentes y qué tan estables son en el tiempo.

Así que, aunque no lo veamos, debajo de nuestros pies hay toda una historia de millones de años en movimiento lento… pero constante.

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