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Científicos crean un líquido que puede recuperar su forma

Esta imagen muestra gotitas de emulsión estabilizadas con nanopartículas de sílice, con nanopartículas de níquel remanentes en su superficie. Crédito de la imagen: Raykh et al., doi: 10.1038/s41567-025-02865-1.

Un equipo de físicos de la Universidad de Massachusetts Amherst descubrió algo extraño: un tipo de líquido que, aunque lo agites, siempre vuelve a su forma original. Literalmente.

El profesor Thomas Russell lo explicó con un ejemplo: imagina tu aderezo italiano favorito. Tiene agua, aceite y especias. Lo agitas para que se mezclen, ¿cierto?

Ese proceso se llama emulsificación. Gracias a él, líquidos que normalmente no se mezclan, como el agua y el aceite, pueden combinarse temporalmente. La termodinámica lo explica.

Pero un estudiante, Anthony Raykh, hizo una versión científica del aderezo. En lugar de especias, usó partículas de níquel magnetizadas. Solo quería ver qué pasaba.

Agitó la mezcla y, para su sorpresa, tomó una forma perfecta, como una pequeña urna. Lo increíble fue que siempre regresaba a esa forma, sin importar cuánto la agitara.

Eso no tenía sentido bajo las leyes normales de la física. Así que empezaron a investigar qué estaba ocurriendo realmente en esa mezcla.

Con más experimentos y simulaciones, descubrieron que el responsable era el magnetismo, pero no cualquiera: un magnetismo muy intenso.

Las nanopartículas de níquel se alineaban justo en la frontera entre el agua y el aceite, creando una estructura muy precisa que mantenía esa forma.

En condiciones normales, las partículas ayudan a que el agua y el aceite se mezclen bajando la tensión entre ellos. Pero aquí sucedía lo contrario.

Estas partículas aumentaban la tensión en la superficie, doblando la frontera entre los líquidos en una curva elegante, como si fuera una figura diseñada.

“Cuando ves algo que no debería ser posible, hay que investigarlo”, dijo el profesor Russell. Y eso fue lo que hicieron.

Por ahora, no tiene una aplicación práctica clara. Pero el descubrimiento podría abrir nuevas ideas en el estudio de materiales blandos y otras áreas de la física.

“Todavía no sabemos para qué puede servir, pero nunca antes se había observado un estado así”, agregó Raykh, el estudiante que inició el experimento.

Este hallazgo fue tan relevante que se publicó en Nature Physics.

El fenómeno desafía lo que sabíamos sobre cómo se comportan los líquidos mezclados con partículas, y podría cambiar lo que entendemos sobre estructuras autoformadas.

La ciencia avanza muchas veces así: alguien prueba algo sencillo y encuentra algo completamente inesperado. Y entonces comienza la verdadera investigación.

En este caso, una mezcla experimental de laboratorio terminó rompiendo las reglas conocidas de la física. Y eso es lo que lo hace tan emocionante.

Si bien no sabemos aún cómo se aplicará, el hallazgo ya está inspirando nuevas preguntas en la física moderna. Y eso, en ciencia, es siempre un buen comienzo.

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