Icono del sitio Robotitus

Australia y Brasil enfrentan temperaturas invernales demasiado altas

Varias estaciones meteorológicas han batido récords; la temperatura más alta se registró hoy con +41,6 °C en Australia Occidental (Yampi Sound). Una intensidad de calor sorprendente para el invierno. / @ScottDuncanWX/X

En pleno invierno del Hemisferio Sur, Australia está experimentando temperaturas inusualmente altas que están rompiendo récords históricos. El 26 de agosto, una remota región costera en Australia Occidental alcanzó los 41.6°C, la temperatura más alta registrada en invierno en todo el país. 

Asimismo, en la comunidad aborigen de Bidyadanga, la temperatura mínima nocturna del 28 de agosto fue de 27.2°C, muy por encima del promedio histórico de 15°C para esa época del año. Estas temperaturas nocturnas extremas pueden afectar la salud cardiovascular y mental debido a la interrupción del sueño.

Este fenómeno es parte de una ola de calor prolongada que amenaza con romper el récord de temperatura media invernal en Australia, establecido el año pasado. En 2023, la temperatura media invernal fue 1.53°C superior al promedio a largo plazo de 14.96°C, basado en datos de 1961 a 1990. 

Este aumento en las temperaturas, especialmente durante la noche, es un ejemplo del «calentamiento asimétrico», donde las temperaturas nocturnas suben más rápidamente que las diurnas, contribuyendo al aumento global de la temperatura. 

América del sur

Australia no es el único país del Hemisferio Sur que está sufriendo los efectos de un invierno inusualmente cálido. 

En Brasil, los humedales del Pantanal, que limitan con Bolivia y Paraguay, están siendo devastados por incendios provocados por una combinación de sequías severas y altas temperaturas. Este año, los incendios han arrasado más de 700,000 hectáreas del Pantanal.

Históricamente, el invierno en el Pantanal traía un clima seco y suave, pero en las últimas dos décadas esto ha cambiado drásticamente. El fenómeno climático de El Niño es un factor importante en esta transformación, y el cambio climático podría estar intensificando las lluvias y sequías asociadas a El Niño en el Hemisferio Sur.

Impacto 

Los inviernos más cálidos tienen implicaciones negativas para la seguridad alimentaria, el suministro de agua y las poblaciones de insectos. 

El aumento de las temperaturas invernales altera los ciclos de germinación y fructificación de las plantas, como se ha observado en EEUU, donde el Departamento de Agricultura tuvo que actualizar su mapa de zonas de rusticidad en 2023 para adaptarse a estas nuevas condiciones climáticas. 

También se están realizando esfuerzos para desarrollar plantas más tolerantes al calor, como una variedad de manzana capaz de soportar temperaturas de hasta 40°C.

Además, los inviernos más cálidos pueden resultar en una menor acumulación de nieve, lo que a su vez afecta el flujo de los ríos y la recarga de acuíferos. El clima frío también es crucial para mantener bajo control enfermedades transmitidas por insectos, como el dengue, otro problema en un mundo donde los inviernos son cada vez menos fríos.

Salir de la versión móvil