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Astrónomos miden los «latidos» de un agujero negro y resuelven antiguo misterio estelar [VIDEO]

Dos capturas de pantalla de la animación de dos fases de un agujero negro. / Méndez et al.

Astrónomos europeos han medido los “latidos” de un agujero negro. El equipo estudió el proceso de absorción de material de la corona que rodea al agujero negro GRS 1915+105 y devuelve este material al cosmos a través de los chorros que expulsa ​​posteriormente. Los detalles fueron publicados en Nature Astronomy.

La sangre en un corazón no puede estar en la aurícula y los ventrículos al mismo tiempo. Del mismo modo, un agujero negro parece recolectar primero material de la llamada corona calentándolo en el interior, para luego expulsarlo en chorros. 

“Parece lógico, pero durante 20 años ha habido un debate sobre si la corona y el chorro eran simplemente lo mismo. Ahora vemos que aparecen uno tras otro, y que el chorro sigue desde la corona”, comenta Mariano Méndez, de la Universidad de Groninga en los Países Bajos.

Mediciones 

Méndez revela que recopilaron datos de 15 años de varios telescopios, como el Rossi X-ray Timing Explorer (RXTE) de la NASA. Este equipo registra cada tres días la radiación X de alta energía de la corona del agujero negro GRS 1915+105.

Los astrónomos combinaron los datos de rayos X con los del Telescopio Ryle, una matriz lineal de radiotelescopios de este a oeste en el Observatorio de Radioastronomía Mullard (MRAO) del Reino Unido. Los equipos recogen radiación de radio de baja energía, del chorro del agujero negro casi todos los días.

Según Méndez, GRS 1915+105 está ubicado a unos 36.000 años luz del Sol, en dirección a la constelación de Aquila. Se trata de un sistema binario compuesto por un agujero negro y una estrella normal que giran uno alrededor del otro. 

El agujero negro GRS 1915+105 tiene solo 12 veces la masa del Sol, por lo tanto, es un microquasar. Aun así, es uno de los agujeros negros de masa estelar más masivos que se conocen en la Vía Láctea.

 

Campo magnético

Ahora que los investigadores han podido probar la secuencia, todavía quedan algunos problemas por entender. La radiación de rayos X que los telescopios recogen de la corona contiene más energía de la que puede explicarse únicamente por su temperatura. Se sospecha que un campo magnético proporciona energía extra. 

Este campo magnético y la energía que lo acompaña también explicaría por qué se forman los chorros. Si el campo magnético es caótico, la corona se calienta. Si el campo magnético se vuelve menos caótico, el material puede escapar a través de las líneas de campo en un chorro.

Los autores señalan que el principio demostrado podría aplicarse a agujeros negros aún más pesados, como el agujero negro supermasivo Sagitario A*. Como se recuerda, este monstruo yace en el centro de nuestra galaxia. Lo siguiente para el equipo será tratar de explicar algunas rarezas que revelaron sus observaciones. 

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