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Astrónomos identifican la molécula más grande jamás encontrada en un disco de formación de planetas

Estrella IRS-48 y una impresión artística de dimetil eter. / (ESO/L. Calçada, ALMA [ESO/NAOJ/NRAO]/A. Pohl, van der Marel et al., Brunken et al.

Un equipo internacional de astrónomos ha detectado la molécula más grande hasta la fecha en un disco planetario alrededor de la joven estrella IRS 48. Se trata del dimetil éter (CH3OCH3), que tiene nueve átomos. Los detalles del trabajo fueron publicados en Astronomy & Astrophysics.

IRS 48 es una estrella de tipo A0 ubicada aproximadamente a 445 años luz de distancia en la constelación de Ofiuco. Oph-IRS 48 ha sido objeto de numerosos estudios porque su disco protoplanetario contiene una trampa de polvo asimétrica de granos grandes (≳0,1 mm) en el lado sur de la estrella, convirtiéndolo en el disco más asimétrico detectado hasta la fecha.

Estos granos de polvo pueden juntarse y convertirse en objetos mucho más grandes. La región probablemente se formó como resultado de un planeta recién nacido o una pequeña estrella ubicada entre la estrella y la trampa de polvo.  

El trabajo 

Los astrónomos descubrieron recientemente que la trampa de polvo en el disco IRS 48 también es un depósito de hielo que alberga granos de polvo. Utilizando el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) detectaron que las pequeñas partículas parecen estar cubiertas con este hielo rico en moléculas complejas.

En el nuevo estudio, detectaron signos de dimetil éter, una molécula orgánica. A medida que el calor del IRS 48 sublima el hielo, las moléculas atrapadas heredadas de las nubes frías se liberan y se vuelven detectables.

«A partir de estos resultados, podemos aprender más sobre el origen de la vida en nuestro planeta y, por lo tanto, tener una mejor idea del potencial de vida en otros sistemas planetarios», comentó la autora principal Nashanty Brunken, del Observatorio de Leiden. «Es muy emocionante ver cómo estos hallazgos encajan en el panorama general». 

Más moléculas complejas 

Además, los investigadores realizaron una detección tentativa de formiato de metilo, una molécula compleja similar al éter dimetílico. Esta molécula también es un bloque de construcción para moléculas orgánicas aún más grandes.

El descubrimiento del éter dimetílico sugiere que muchas otras moléculas complejas que se detectan comúnmente en las regiones de formación de estrellas pueden estar de igual forma en las estructuras heladas de los discos de formación de planetas. Estas moléculas son precursoras de las moléculas prebióticas, como los aminoácidos y los azúcares, que son algunos de los componentes básicos de la vida.

Al estudiar su formación y evolución, los astrónomos pueden obtener una mejor comprensión de cómo las moléculas prebióticas terminan en los planetas. El Dr. Nienke van der Marel, astrónomo y coautor del estudio, dijo estar complacido.

«Ahora podemos comenzar a seguir el viaje completo de estas moléculas complejas desde las nubes que forman estrellas, hasta los discos de formación de planetas y los cometas», afirmó. «Esperemos que con más observaciones podamos acercarnos un poco más a la comprensión del origen de las moléculas prebióticas en nuestro propio Sistema Solar».

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