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Astrónomos detectan una extraña nube cósmica más grande que toda la Vía Láctea

Nube de gas interestelar coloreado en azul / ESA/XMM-Newton

En el vacío del espacio acecha una nube aislada científicamente misteriosa. Un equipo de investigadores de EE.UU. detectó el gigantesco cuerpo, más grande que la Vía Láctea, en una “tierra de nadie” para las galaxias. El trabajo fue publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

La solitaria nube está llena de gas caliente con temperaturas de 10,000-10,000,000 grados Kelvin (K) y una masa total de 10 mil millones de veces la masa del sol. Eso lo hace más grande que la masa de las galaxias pequeñas.

Descubrimiento

La nube fue descubierta en el cúmulo de galaxias Abell 1367 por un grupo dirigido por el Dr. Ming Sun, de la Universidad de Alabama (UAH). A1367, también llamado Cúmulo de Leo, contiene alrededor de 70 galaxias y está ubicada a unos 300 millones de años luz de la Tierra.

El hallazgo se realizó gracias a la Misión de Espejos Múltiples de Rayos X de la Agencia Espacial Europea (ESA) (XMM-Newton). Asimismo, pudo ser observada con el telescopio Very Large Telescope/Multi Unit Spectroscopic Explorer (VLT/MUSE) del Observatorio Europeo Austral y el telescopio óptico Subaru de Japón.

XMM tomó la imagen de rayos X de la nube y las imágenes ópticas fueron producidas por VLT/MUSE y Subaru. “La nube se descubrió por casualidad en nuestros datos XMM”, dice Sun. “Los datos ópticos provienen de nuestros datos de VLT/MUSE y confirman que la nube está situada en el clúster”, añadió.

En el cúmulo de galaxias donde fue detectada la extraña nube, miles de galaxias están unidas por un tenue gas caliente con temperaturas de alrededor de 100.000.000 K entre ellas. Sin embargo, la nube no está asociada con ninguna galaxia y está en una ‘tierra sin galaxias’.

Origen

Sun cree que la nube probablemente se originó en el cúmulo, pero desde una gran galaxia desconocida. “El gas de la nube se elimina mediante la presión del gas caliente en el cúmulo, cuando la galaxia anfitriona se eleva en el gas caliente a una velocidad de 1.000 a 2.000 kilómetros por segundo”, explica.

Eso es aproximadamente 50 veces más rápido que la velocidad orbital de la Tierra alrededor del sol. Ese nivel de fuerza es capaz de arrancar el medio interestelar de una galaxia y en este caso se encontró que la temperatura de la nube es consistente con haberse originado en una galaxia.

“Una vez extraída de la galaxia anfitriona, la nube está inicialmente fría y se evapora en el medio intragrupo anfitrión, como el hielo que se derrite en el verano”, comenta Sun. No obstante, se estima que esta masiva y misteriosa nube ha sobrevivido durante cientos de millones de años después de ser removida de su galaxia anfitriona.

“Esta sorprendente longevidad no se comprende bien, pero podría tener algo que ver con el campo magnético en la nube”, dice el Sun. El campo puede actuar para mantener la nube unida suprimiendo las fuerzas inestables que de otro modo la harían disiparse, creen los científicos.

El Dr. Sun afirma que la nube solitaria y otras aún sin ser detectadas contribuirán a los científicos a comprender mejor los medios interestelares a grandes distancias de sus galaxias, así como los efectos de la turbulencia y la conducción de calor.

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