Betelgeuse, una estrella prominente en el firmamento, experimentó un evento sin precedentes en 2020 denominado el «Gran Oscurecimiento», que ha sido objeto de un profundo análisis. Esto ha llevado a descubrimientos intrigantes sobre la lejana estrella supergigante roja.
Ubicada a unos 650 años luz de la Tierra, Betelgeuse es una estrella enorme, con un diámetro de 617 millones de kilómetros. Su tamaño es tal que, si estuviera en lugar del Sol, la órbita de la Tierra quedaría envuelta por sus extensas capas. Además, es conocida por su variabilidad, lo que implica cambios en su brillo de manera semirregular, con un ciclo primario de aproximadamente 400 días y otro, menos comprendido, de alrededor de 2100 días.
Durante el Gran Oscurecimiento de 2020, el brillo de Betelgeuse disminuyó en 1,6 magnitudes, un descenso sin precedentes. Curiosamente, la atenuación fue desigual: el hemisferio sur parecía mucho más oscuro que el norte.
Las observaciones
Las teorías sobre este fenómeno incluyen la presencia de grandes manchas estelares o nubes de polvo en su fotosfera. Ahora, un estudio publicado en Astronomy and Astrophysics, disponible en ArXiv, aporta nueva información sobre este evento.
El equipo liderado por el astrofísico Daniel Jadlovský utilizó datos recopilados durante 15 años por el telescopio robótico STELLA, equipado con un espectrógrafo de alta resolución y un generador de imágenes de campo amplio, situado en España.
Este extenso conjunto de datos permitió al equipo examinar minuciosamente la fotosfera de Betelgeuse. Pudieron observar las pulsaciones radiales de la estrella y el movimiento de ondas de choque a través de sus capas fotosféricas. Utilizando técnicas tomográficas, que crean imágenes a partir de una serie de proyecciones, identificaron cinco capas distintas en la fotosfera.
El análisis reveló que las variaciones en la capa fotosférica más interna, C1, correspondían a los cambios en la magnitud visual de la estrella. Las ondas de choque que recorrían las capas también coincidían con estas variaciones de brillo.
La atenuación
En relación con el Gran Oscurecimiento, se observaron dos ondas de choque potentes en la fotosfera de Betelgeuse. La primera generó una emisión significativa de material, impactando en todas las capas estelares. Posteriormente, una segunda onda, aún más poderosa, impulsó una salida sustancial de material. Estos eventos no se desarrollaron simultáneamente en todas las capas de la fotosfera, y no fue hasta principios de 2022 que Betelgeuse recuperó su brillo habitual.
El gran oscurecimiento de Betelgeuse ha brindado a los astrónomos una rara oportunidad de estudiar la compleja dinámica de una estrella supergigante roja. Esta investigación no sólo mejora nuestra comprensión de Betelgeuse sino que también contribuye al conocimiento del comportamiento estelar y su ciclo de vida.