Descubrimientos recientes, basados en datos con casi dos décadas de antigüedad, han añadido otra dimensión a nuestra comprensión de Urano. Científicos han confirmado la existencia de auroras infrarrojas que iluminan las regiones septentrionales del distante planeta. La investigación ha sido publicada en Nature Astronomy.
Las auroras no son exclusivas de nuestro planeta. Se originan cuando partículas energéticas, generalmente aceleradas a lo largo de las líneas del campo magnético, colisionan con partículas en la atmósfera de un planeta. La ionización resultante produce este fascinante fenómeno luminoso.
Aunque las auroras terrestres presentan una mezcla de colores verdes, rojos y morados, otros planetas en nuestro sistema solar exhiben sus propias versiones de auroras. Por ejemplo, Júpiter emite robustas auroras en luz ultravioleta, similar a Marte, mientras que Venus muestra tonos verdosos. Mercurio, que carece de atmósfera, proyecta sus auroras como fluorescencia de rayos X que emana de los minerales de su superficie.
La investigación
El descubrimiento de las auroras infrarrojas de Urano contribuye a desmitificar algunos de los enigmas del planeta, como por qué los planetas gigantes gaseosos, incluido Urano, son significativamente más cálidos de lo que predicen los modelos, dada su distancia al Sol.
Una teoría predominante sugiere que estas auroras energéticas podrían ser las responsables de este fenómeno, trasladando el calor de la aurora hacia el ecuador magnético del planeta. El equipo, encabezado por Emma Thomas, astrofísica de la Universidad de Leicester, Reino Unido, se propuso encontrar la respuesta.
Desde 1986, los científicos conocen la existencia de auroras ultravioleta en Urano y han incluso postulado la presencia de componentes de rayos X. La hipótesis de las auroras infrarrojas, similares a las observadas en Júpiter y Saturno, existe desde 1992, pero hasta ahora no se han encontrado pruebas concretas.
H3+
El avance clave ocurrió cuando Thomas y su equipo revisaron las observaciones de 2006 utilizando el instrumento NIRSPEC (Near InfraRed SPECtrograph) en el Observatorio Keck. El análisis de 224 imágenes reveló signos de hidrógeno triatómico ionizado (H3+), cuya intensidad de brillo varía con la temperatura.
Curiosamente, aunque la densidad del H3+ aumentó en sus datos, no afectó la temperatura de la atmósfera de Urano. Este patrón respalda la hipótesis de que habían descubierto auroras infrarrojas en Urano.
Las implicaciones de este hallazgo son significativas. El campo magnético de Urano es peculiar, ya que es inclinado y asimétrico. Descifrar sus auroras nos brindará información sobre esta rareza.
Importancia
Al estudiar las auroras y los campos magnéticos de planetas como Urano y Neptuno, los científicos pueden obtener una comprensión más profunda de planetas similares en la galaxia en general, evaluando su habitabilidad.
“Este artículo es la culminación de 30 años de estudio de las auroras en Urano”, dice Thomas. Además, agrega que da inicio a “una nueva era de investigaciones de auroras en el planeta”. Estos resultados fortalecerán nuestro conocimiento de los campos magnéticos planetarios.