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ADN encontrado en dientes sugiere que los adenovirus son más antiguos que el Homo sapiens

(Russian Academy of Science)

Los científicos no dejan de buscar evidencia que les ayude a demostrar su hipótesis. Ellos analizan cada parte que les sea posible. Esta vez, hallaron restos de ADN vírico en dientes de leche de 31000 años de antigüedad. Con estas muestras se reconstruye la historia evolutiva de los diminutos seres que interactúan constantemente con nosotros, los virus.

Virus en los dientes

En el año 2004, en un sitio arqueológico llamado Yana «Rhinoceros Horn Site», al noreste de Siberia, especialistas descubrieron una flecha con cuerno de rinoceronte, herramientas elaboradas a base de piedra, armas de marfil y huesos de animales como mamuts, bisontes y osos. Dentro del tesoro arqueológico, también se toparon con tres dientes de leche fragmentados de niños con una edad entre 10 y 12 años al momento de mudarlos.

Según un estudio publicado en el portal bioRexiv, (aún no revisado por pares) investigadores han extraído de los pequeños dientes de leche dos genomas de adenovirus. Estos virus causan infecciones respiratorias leves, como un resfriado, o graves. Los diminutos seres compuestos por ADN bicatenario, ingresan a los dientes a través del torrente sanguíneo y ahí pueden preservarse durante miles de años.

Sofie Nielsen, autora principal, explica que «a diferencia de los huesos del cuerpo, los dientes nunca se regeneran: retienen las mismas células con el tiempo, proporcionando un registro acumulativo de todos los patógenos que una persona ha contraído».

Los virus se encuentran tan protegidos entre los dientes que para poder extraer su ADN viral el equipo necesitó destruir prácticamente todo el tejido dental. Observaron genomas casi completos que debían ser reconstruidos para finalmente identificar dos genomas antiguos de adenovirus humano C. (HAdV-C).

Más viejos que el Homo sapiens

El equipo descubrió que los antiguos adenovirus compartían la mayor parte de su estructura genética con los virus modernos, y que los dos genomas antiguos encajaban perfectamente en los subtipos «C1» y «C2». Asimismo, es sorprendente la similitud que guardan con los subtipos modernos, mayor a la que tienen entre ellos,  a pesar de tener ambos 31.600 años de antigüedad. Al parecer, los diversos subtipos de adenovirus divergieron unos de otros hace bastantes miles de años.

Aunque no es posible saber con exactitud en qué momento estos virus empezaron a separarse evolutivamente, se presume que ocurrió hace al menos 700 000 años. Es decir, los HAdV-C habrían aparecido mucho tiempo antes al surgimiento de nuestra especie, hace 300 000 años atrás.

Los investigadores sugieren que los patrones migratorios y las interacciones entre especies de nuestros ancestros homínidos contribuyeron a dar forma a la evolución de estos adenovirus, el cómo es aún muy incierto.

De hecho, a algunos especialistas no los convencen los hallazgos del equipo liderado por la Dra. Nielsen. «Los autores encuentran una fecha relativamente antigua antes de la aparición de nuestra propia especie, creo que es plausible, pero consideraría sus análisis como preliminares«, dijo Sébastien Calvignac-Spencer, biólogo evolutivo del Instituto Robert Koch en Alemania que no ha participado en el estudio.

Haciendo referencia a investigaciones suyas, Calvignac-Spencer señala haber «demostrado que otros adenovirus probablemente fueron transmitidos al linaje humano por gorilas y chimpancés». Y agrega descubrir «que algunos de estos eventos de transmisión quizá fueron anteriores a nuestra especie, pero otros no«.

Para concluir sobre la «edad» de los adenovirus humanos, se requieren análisis con muestras de adenovirus más antiguas.

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