Dicen que los ojos son la ventana del alma; si nos ponemos un tanto científicos y cambiamos «alma» por «cuerpo», no quedaríamos tan lejos de la realidad. Muchas de las molestias que nos aquejan podrían descubrirse a través de esa ventana. Según un nuevo estudio, el Covid-19 prolongado se detectaría a través de los ojos de los pacientes, en forma de un daño nervioso posible de observar en la córnea.
La pesadilla del Covid prolongado
La córnea es la cúpula frontal transparente del ojo, similar al cristal de un reloj, que cubre el iris y la pupila. A veces, los nervios sensitivos de la córnea sufren daños a causa se enfermedades como la diabetes, esclerosis múltiple y fibromialgia. Las anomalías corneales se pueden detectar mediante una técnica láser no invasiva, llamada microscopía confocal corneal (CCM).
De acuerdo a un reciente estudio publicado en The British Journal of Ophtalmology, la CCM podría servir también para diagnosticar el Covid-19 prolongado. Los especialistas de la visión, junto a toda la comunidad científica, se encuentran sumando esfuerzos para aprender más sobre la enfermedad.
Ahora se sabe que el 30% de pacientes que tuvieron Covid-19 continúan manifestando diversos síntomas varios meses después de haber superado la enfermedad. De hecho, en una investigación reciente se identificaron más de 200 síntomas de Covid-19 prolongado, incluyendo daño neurológico.
Lo que dicen los ojos
Los investigadores de la Universidad Necmettin Erbakan de Turquía afirman que usando la CCM para realizar escaneos corneales a personas que tuvieron covid-19, es posible observar si éstas muestran mayor daño y pérdida de la fibra del nervio corneal. Además, si se complementa el análisis con el recuento de las células dendríticas del sistema inmune, se podría confirmar si esa persona padece de Covid prolongado.
«Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que informa la pérdida del nervio corneal y un aumento en la densidad de DC en pacientes recuperados de COVID-19, especialmente en sujetos con síntomas persistentes consistentes con COVID prolongado», asegura el Dr. Gulfidan Bitirgen, autor principal.
La investigación es relativamente pequeña, los científicos compararon las observaciones de 40 pacientes que tuvieron COVID-19, con los de 30 individuos sanos que nunca habían experimentado la enfermedad. A pesar de la muestra limitada, los resultados constituyen una evidencia adicional de cómo la infección por SARS-CoV-2 en ocasiones conduce a problemas neurológicos y neuropáticos. Sobre todo porque los casos más graves de COVID-19 tendían a presentar un mayor daño al nervio corneal, entonces es bastante probable que las anomalías oculares deriven de la forma en que se presenta la enfermedad.
Los resultados del trabajo demuestran el severo daño que le causa a nuestro cuerpo el nuevo coronavirus, y nos muestra la forma en que tecnologías, como la CCM, son altamente prometedoras para los futuros diagnósticos.
«La microscopía confocal corneal puede tener utilidad clínica como una prueba oftálmica objetiva rápida para evaluar pacientes con Covid-19 prolongado», sostienen los investigadores.
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