Científicos rusos han logrado despertar un animal microscópico que estuvo congelado entre 23 960 y 24 485 años en el permafrost de un río en Siberia. No es un organismo cualquiera, es un extremófilo.
Plantas, semillas y microorganismos
En hábitats naturales, permanentemente congelados, algunos organismos pueden conservarse durante cientos o decenas de miles de años, y de regreso a las condiciones adecuadas su metabolismo podría restablecerse. Una situación similar sucedió en el 2012, cuando científicos cultivaron semillas de la planta Silene stenophylla conservadas en permafrost relicto en Siberia por 32 mil años.
Quizá conservar y reactivar un animal multicelular, por más microscópico que sea, es más difícil que despertar una semilla. Tal es el caso de un rotífero de la clase Bdelloidea, animales de menos de 0.05 mm, pseudocelomados y conocidos por su capacidad para sobrevivir a temperaturas extremadamente bajas.
Investigaciones anteriores, sugieren que estos animales pueden sobrevivir de seis a diez años cuando son congelados de 0° a -20°C. No obstante, científicos rusos del Instituto de Problemas Fisicoquímicos y Biológicos en Ciencias del Suelo publicaron un análisis en Current Biology, el pasado 07 de junio, para mostrar sus hallazgos sobre un rotífero bdelloide recuperado del permafrost del río Alayeza, Siberia, con fecha de radiocarbono de aproximadamente 24.000 años.
Este es el caso más prolongado de supervivencia de rotíferos en estado congelado del que se tiene registro.
«Se concluyó que un organismo multicelular puede congelarse y almacenarse como tal durante miles de años y luego volver a la vida, el sueño de muchos escritores de ficción«, dijo Stas Malavin, coautor del estudio.
Volver a la vida
Los rotíferos, son conocidos por ser criaturas con la capacidad de resistir sus extremos, es decir son organismos extremófilos. Por ejemplo, se sabe que exhiben una alta tolerancia frente a la radiación en la Tierra (radiófilos); de hecho son uno de los animales más resistentes del planeta a la radiación. Además, pueden soportar bajas concentraciones de oxígeno, pH muy ácido y años de deshidratación.
Según los autores, para confirmar el hallazgo tuvieron que realizar pruebas de identificación utilizando una secuencia de genes de un metagenoma previamente obtenido en la misma muestra. De acuerdo a los marcadores moleculares empleados, el rotífero descubierto pertenece al género Adineta. Adicionalmente, demostraron con los experimentos que el rotífero resiste al enfriamiento y congelación lentos y progresivos, durante por lo menos siete días.
Sin embargo, aún no sabemos cómo logra este bdelloide permanecer tanto tiempo congelado y después, con un poco de calor, regresa a la vida. De hecho, los científicos del estudio congelaron y descongelaron docenas de animales en un laboratorio para examinar el proceso.
Aunque no se sabe cómo, el suceso extraordinario de despertar tras miles de años, sugiere que Adineta sp. tiene mecanismos bioquímicos efectivos de protección de órganos y células necesarios para sobrevivir, entre otras cosas, a las bajas temperaturas.
Este rotífero ha llamado la atención no solo de los biólogos evolucionistas, sino también se espera que tenga fines prácticos en la biotecnología.