Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos, finalmente lanzó su enorme cohete New Glenn a órbita el jueves, después de varios años de retrasos. El despegue ocurrió a las 2:03 a.m. desde Cabo Cañaveral, Florida.
Este lanzamiento es clave para que Blue Origin compita con SpaceX, de Elon Musk, que lidera la industria espacial comercial. La empresa celebró el éxito en redes sociales, destacando que New Glenn alcanzó la órbita en su primer intento.
El motor de la segunda etapa logró colocarse en su órbita final, llevando a bordo el prototipo Blue Ring, que ya está funcionando bien, según Blue Origin. Sin embargo, el propulsor de la primera etapa, diseñado para ser reutilizable, no logró aterrizar y se perdió en el descenso.
Dave Limp, director ejecutivo de Blue Origin, expresó su orgullo por el logro orbital del cohete, aunque reconoció que aterrizar el propulsor era un desafío ambicioso. Afirmó que la empresa aprenderá de este intento y probará nuevamente en primavera.
El objetivo era aterrizar el propulsor en un barco no tripulado a 1,000 kilómetros de distancia en el Atlántico. Aunque SpaceX ya ha perfeccionado estos aterrizajes, este era el primer intento de Blue Origin. Musk felicitó a Bezos por el éxito del lanzamiento en su plataforma, X.
La competencia entre Bezos y Musk está más viva que nunca. Mientras Blue Origin celebraba su logro, SpaceX planeaba probar su gigantesco cohete Starship el mismo día. SpaceX, con sus cohetes Falcon 9, domina el mercado orbital, siendo esencial para empresas comerciales, el Pentágono y la NASA.
El New Glenn, un cohete de 98 metros de altura, está diseñado para transportar cargas más pesadas que el Falcon 9. Puede cargar hasta 20 camiones equivalentes gracias a su amplio carenado de carga útil. Además, ya tiene contratos con la NASA para lanzar sondas a Marte y apoyar el despliegue del Proyecto Kuiper, que competirá con Starlink.
Aunque SpaceX lleva la delantera, el ingreso de Blue Origin promete reducir costos y ampliar la competencia. Expertos como G. Scott Hubbard, exfuncionario de la NASA, consideran que esto beneficia a la industria.
El prototipo Blue Ring, financiado por el Departamento de Defensa, ya está en órbita. Se espera que esta nave avanzada explore el sistema solar en el futuro.
Mientras Musk sueña con colonizar Marte, Bezos tiene una visión distinta: trasladar la industria pesada al espacio para preservar la Tierra, el «origen azul» de la humanidad. La rivalidad entre estos multimillonarios está impulsando una nueva era en la exploración espacial.