El tinnitus, ese zumbido interno exclusivo para quien lo escucha, ha sido un enigma médico por mucho tiempo. ¿Cuál es su origen? ¿Tiene alguna función? Los especialistas sugieren que emerge en los nervios, los cuales transmiten información sonora al cerebro, sin requerir una vibración física generadora de sonido.

Se cree que el cerebro compensa la pérdida auditiva aumentando el «volumen» cuando hay poco o ningún sonido externo, produciendo un zumbido similar a la estática de un altavoz.

Daño en la respuesta neuronal

Un nuevo estudio sobre personas con audición normal que experimentan tinnitus revela cierto grado de pérdida en el nervio auditivo, un aspecto no detectable mediante pruebas auditivas convencionales.

Entre los 294 participantes (de 18 a 72 años) con una «audición normal», 29 padecían tinnitus constante por más de seis meses, mientras que 64 habían experimentado tinnitus constante por menos de seis meses o episodios intermitentes tras exposición al ruido. Por otra parte, alrededor de un tercio de nunca había sufrido la condición.

Este estudio asoció la autodeclaración de tinnitus crónico con la degeneración neural coclear (DNC). Aunque las células sensoriales auditivas permanecieran intactas, el nervio coclear puede dañarse por sobreexposición al sonido o como parte del envejecimiento natural.

La intensidad del tinnitus se relacionaba directamente con la respuesta neuronal coclear. Los pacientes mostraban un reflejo muscular del oído medio más débil, el cual protege de sonidos fuertes y de baja frecuencia. También presentaban un reflejo olivococlear más fuerte, útil para procesar ruidos en un amplio rango audible.

Hiperactividad de los nervios

A mayor persistencia del tinnitus, más notables eran estas respuestas, sugiriendo que su sostenibilidad depende del grado de daño neuronal periférico.

«Nuestro trabajo concilia la idea de que el tinnitus puede ser provocado por una pérdida del nervio auditivo, incluso en personas con audición normal», afirma Maison.

Es decir, aquellos con audición normal pueden experimentar tinnitus o ser menos tolerantes a niveles altos de sonido debido a una disminución en la actividad neuronal de una cóclea dañada. Esto conduce a hiperactividad en los nervios auditivos debido a una reducción en la inhibición del sistema nervioso central.

«La perspectiva de restaurar el sonido al cerebro y posiblemente reducir su hiperactividad, combinado con el reentrenamiento, acerca la esperanza de curar el tinnitus a la realidad», finaliza Maison.