El pasado mes de octubre de 2022 se produjo un evento espacial de una magnitud excepcional. Astrónomos captaron el estallido de rayos gamma GRB 221009A, que ha sido descrito como un evento único en un milenio. Según las estimaciones, su energía de hasta 18 teraelectronvoltios lo convierte en el estallido de rayos gamma más potente.
Desde entonces, muchos han estado a la espera de conocer más detalles sobre este increíble evento. Ahora los investigadores han enviado sus trabajos a The Astrophysical Journal Letters y están disponibles en el servidor de preimpresión arXiv. Puedes encontrarlos en los siguientes enlaces: 1, 2 y 3.
Un resplandor único
El GRB 221009A se detectó por primera vez el 9 de octubre de 2022. Al inicio se pensó que era un destello de rayos X menos potente de una fuente relativamente cercana. Sin embargo, el seguimiento reveló que el destello de luz viajó desde mucho más lejos de lo pensado: 2.400 millones de años luz.
En los 73 días posteriores al descubrimiento, los astrónomos lo observaron con atención, siguiendo la evolución de su curva de luz. Esta es la forma que la intensidad de la luz hace en un gráfico a lo largo del tiempo. Tuvieron que detenerse luego de unos 70 días porque el resplandor se movió detrás del Sol, pero debería de resurgir ahora.
El resplandor posterior de este estallido de rayos gamma no se ajusta a la teoría estándar, lo que sugiere algo interesante y único. Los estallidos de rayos gamma son las explosiones más violentas del universo. Liberan más energía de la que liberaría el Sol en 10 mil millones de años.
Según los cálculos del equipo, los GRB tan energéticos y cercanos como GRB 221009A ocurren a una tasa de ≲ 1 cada 1000 años. Por eso, es una oportunidad poco probable que se repita en nuestra vida. La extraña evolución del resplandor posterior hace que el GRB sea verdaderamente peculiar.
Importancia
Los estallidos de rayos gamma suelen ir seguidos del resplandor de los electrones que se mueven a velocidades cercanas a la luz. La emisión de sincrotrón es el resultado de los choques que se forman cuando la explosión inicial golpea el medio interestelar.
Se cree que este tipo de estallidos consiste en energía concentrada en rayos paralelos que forman chorros altamente colimados. El estudio de la emisión de sincrotrón resultante puede ayudar a los astrónomos a determinar la forma de la explosión y los chorros.
El resplandor sugiere que la estructura del chorro de GRB 221009A es más complicada de lo esperado o no está estrechamente colimada. El último escenario, dicen, tendrá profundas implicaciones para el presupuesto de energía del evento.
Otros estudios
En otro artículo, un equipo de astrónomos sugiere que el peculiar resplandor podría significar la existencia de una fuente adicional de emisión de sincrotrón en el resplandor del estallido de rayos gamma.
Un tercer artículo encuentra que el resplandor no contiene algunas de las características esperadas en una explosión de supernova. De acuerdo con el análisis, la mayor parte del presupuesto de energía de GRB 221009A se gastó en los chorros. Esto deja de lado la idea de que una estrella en explosión fue responsable.
Se espera que el resplandor resurja por detrás del Sol este mes y siga siendo visible para nuestros telescopios en múltiples longitudes de onda. Independientemente de lo que esté sucediendo con esta peculiar explosión, los astrónomos trabajarán muy duro para llegar al fondo.
